Mick Schumacher, debutante este año en la Fórmula 1 con uno de los peores coches de la parrilla, el Haas, cedido por Ferrari, firma con la que ha crecido en su academia de jóvenes pilotos, reveló en una entrevista a ‘La Gazzetta dello Sport’ el momento en el que le dijo a su padre Michael Schumacher que quería ser piloto de carreras.
“Estábamos en la pista de karts de Kerpen. Estábamos hablando y me preguntó si las carreras eran un simple pasatiempo para mí o si quería tomármelo en serio. Le dejé claro con que era algo serio y él y mi madre siempre me apoyaron con esa decisión”, expresó el hijo del ‘Kaiser’, que este curso debe realizar su adaptación a la máxima categoría sin la presión de tener que alcanzar grandes resultados debido al monoplaza que le toca llevar, un Haas sin evoluciones respecto al pasado curso.
Consciente de ello su único objetivo es mirar a corto plazo y empujar al máximo para adaptarse de la mejor manera posible a la clase reina, a su vez que pelea ante otro ‘rookie’, su compañero de equipo Nikita Mazepin, al que ha superado en las dos clasificaciones realizadas hasta el momento y también en las dos carreras.
Mick fue 16º en sus dos primeras carreras en la F1, mientras que Nikita abandonó en la primera vuelta de Bahrein y fue 17º en Imola. Ahora, el alemán de 22 años (22 de marzo de 1999) afronta la tercera prueba del curso en Portimao con la meta de seguir progresando en múltiples cuestiones como el poder extraer el máximo potencial de su coche en clasificación, encontrar el set up adecuado de su monoplaza, mejorar en la gestión de gomas, algo que le costó mucho en el primero de sus dos años en Fórmula 2.
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