Santi Cazorla no olvidará fácilmente el Athletic-Villarreal del pasado domingo. Por lo menos no durante los próximos días a razón de la huella que porta en su pierna derecha como resultado de una dura entrada de Ander Capa que sufrió el centrocampista ‘groguet’ en el tramo final de la primera parte del duelo.
El propio Cazorla se tomó una fotografía en la mañana de este lunes, cuando no pudo ejercitarse con normalidad por las molestias resultantes de dicha acción que, para más inri del
Villarreal
, no tuvo como consecuencia tarjeta roja para Capa y se quedó tan solo en amarilla.
Ni Medié Jiménez, encargado de arbitrar dicho encuentro en San Mamés, ni Gil Manzano, que se encontraba en el VAR y podría haber avisado al colegiado catalán, entendieron que la acción era merecedora de cartulina roja, un hecho que provocó el enfado de los jugadores del conjunto ‘groguet’.
La imagen de la pierna derecha de Cazorla, con el rastro de los tacos de la bota de Capa desde la altura de la rodilla hasta el tobillo desde luego que impacta y llama mucho la atención que la acción ni tan solo fuese revisada por un videoarbitraje que no deja de levantar controversia en LaLiga jornada tras jornada.
Dicho todo esto, el Villarreal entiende que Capa no tenía voluntad de hacer daño a Cazorla, y ni mucho menos denuncia eso, pero a la vez no comprende que ni el colegiado ni el VAR estimasen que la acción era merecedora de tarjeta roja por la peligrosidad de la misma. Por ello, y por otras acciones del duelo, el conjunto ‘groguet’ anunció que enviará un escrito al Comité Técnico de Árbitros con el de dejar constancia de su malestar por la actuación de Medié Jiménez y de Gil Manzano, este último desde la sala de VAR.
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