Nico Hülkeberg recibió una llamada esta sábado por la mañana que no esperaba. Racing Point le volvía a necesitar. Como ya hizo en el GP de Gran Bretaña, cuando sustituyó en aquella carrera y en la posterior en Silverstone a Checo Pérez por el positivo por coronavirus del mexicano, el piloto alemán debía correr para presentarse en el circuito a tiempo para volverse a subir al coche rosa en el lugar de Lance Stroll. Esta vez, era muy diferente. El piloto ya tenía el asiento creado de sus dos citas en Inglaterra y ya había superado el test de extracción de la FIA para poder conducir y eso le permitía poder subirse al coche al llegar a Nürburgring. Tan solo debía pasar el test PCR para recibir el ‘ok’ de la FIA para entrar en el paddock.
Pero en esta ocasión, la situación era mucho más delicada. Debía subirse al coche para darlo todo directamente en clasificación, sin poder practicar en los libres previos. Y para añadirle dificultad, debía hacerlo en un circuito en el que no pilotaba un F1 desde 2013, un trazado complicado, que no admite errores y con un asfalto muy fría. La tormenta perfecta. El alemán se encontraba en Colonia con un amigo. De ahí, debía desplazarse al circuito o este sábado o mañana para aprovechar para seguir negociando su posible regreso a la F1 en 2021 con Haas, Alfa Romeo o Red Bull. Pero sus planes cambiaron y todo se aceleró. Tenía que coger el coche y recorrer los 101 kilómetros que separan por autopista a Colonia del circuito de Nürburgrnig, presentarse, pasar el test y acelerar a fondo en la ‘qualy’. Y así lo hizo. Antes de las 13.00 se plantó en el trazado germano y poco después, Racing Point confirmaba que competiría.
La papeleta que tenía el teutón delante era compleja. Y es que además, era la primera vez que pilotaba el Racing Point con el nuevo paquete aerodinámico. Se trata de un coche bastante distinto al que pilotó en Silverstone, por lo que tenía que volver a adaptarse. Así, con todo en contra, Nico salió a la clasificación de este sábado en el GP de Eifel de F1 2020 con la vista puesta en obrar el milagro de colarse en la Q2. No obstante, pese a su mejora vuelta tras vuelta, solo pudo dar 10 vueltas en la Q1 y realizar un par de intentos de vuelta rápida que no fueron suficientes para que Nico sacara su mejor versión. Así, no pudo hacer otra cosa que dar por buena su última posición en la parrilla de salida de una carrera en la que va a tener que aprender a marchas forzadas dentro de la pista.
ASÍ SE ENTERÓ DE LA NOTICIA
“Tengo sentimientos encontrados, porque tienes que esperar lo inesperado. Estamos viviendo unos tiempos muy alocados y no lo esperaba. Estaba con un amigo en Colonia y me llamaron para venir. Hubiera venido aquí de todos modos por otros motivos, pero todo se ha acelerado. Otra clasificación para la historia. Ha sido complicado, un reto, pero ha sido divertido aunque el resultado no ha sido increíble”.
NÜRBURGRING
“La pista es mucho más bacheada de lo que la recordaba, aunque hace mucho tiempo que no vengo aquí,m desde 2013. He pilotado con otros coche,s conozco la pista pero el coche ha evolucionado desde Silverstone, es algo distinto y saltar a directamente a la quay iba a ser difícil. pero lo hemos hecho bien después de todo”.
SU APRENDIZAJE A MARCHAS FORZADAS
“Lo importante era dar un par de vueltas para tener sensaciones, más no se ha podido hacer para intentar adaptarme lo antes posible al coche. Desde las once de la mañana ha sido todo realmente salvaje”.
LA CARRERA
“Mañana será todo muy diferente, porque el coche irá bastante más cargado de combustible; pero intentaremos sacar todo lo que se pueda y hacerlo lo mejor posible”.
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