Una lesión muscular, grave o ligera, siempre es una lesión muy delicada de tratar y gestionar. Más en medio de unos playoffs, y sino que se lo pregunten a Luka Doncic y los Dallas Mavericks. Anoche cayó aquejado por problemas en el gemelo derecho Devin Booker, que tuvo que contemplar la derrota de los Phoenix Suns ante los New Orleans Pelicans por 114-125 desde el banquillo después de dañarse el músculo durante una acción defensiva nada más comenzar el tercer cuarto del partido, que puso el 1-1 en la eliminatoria de primera ronda de playoffs.
Tras un salto para intentar taponar una canasta de Larry Nance Jr. a la contra, Booker mostró a través de su lenguaje corporal que algo no iba bien y fue inmediatamente cambiado. Se fue al vestuario y volvió con el chándal puesto y mala cara. Monty Williams explicó que se temen una lesión muscular en el gemelo, un problema que puede solventarse en una o dos semanas si el asunto es leve. Eso sí, la gestión de la lesión para evitar la recaída es más delicada.
La pérdida de Booker, autor de 31 puntos, dejó tocados a unos Suns que no esperaban caer en casa contra unos Pelicans que han llegado en plena forma y con mucha confianza a estos playoffs. Phoenix viaja mañana a New Orleans y el equipo intentará realizar las pruebas diagnósticas de imagen a su escolta antes de tomar el avión a la ciudad de Luisiana.