A todos sorprendió no ver de inicio a Alexandra Popp en el Inglaterra-Alemania de la final de la Eurocopa disputada ayer en Wembley. Para los que se incorporaron escasos segundo antes del mediático encuentro, causó estupor no ver a la referente de la selección germana en el equipo inicial. Y es que Popp sufrió una lesión muscular instantes antes del partido.
Fue dramático ver algunas caras de los miembros del staff técnico e incluso entre sus compañeras cuando se supo que la delantera (31), que un día antes bromeaba y sonreía en la sala de prensa ante los medios, no iba a jugar la decisiva final y era sustituida por Lea Schüller. La capitana sería Svenja Huth.
A Popp se le veía con un ligero vendaje en el muslo izquierdo en el calentamiento y se intuía lo peor. La conversación a la vista de todos entre la jugadora y la seleccionadora alemana, Martina Voss-Tecklenburg, presagiaba malas noticias. Y solo ocho minutos antes del pitido inicial se decidió que no jugaba. Lo decidió ella.
Popp lloró la derrota en la final de la Eurocopa
“Poppy todavía estaba calentando, pero Lea ya estaba preparada por si la cosa no iba bien. Lea es una gran delantera y estaba preparada por si Poppi no podía jugar”, decía tras el partido Huth. Voss-Tecklenburg, por su parte, dejaba caer que la ausencia de Popp pudo marcar el devenir del partido: “Su participación habría desencadenado algo. Poppi estaba en excelente forma, pero no funcionó. Su decisión de no jugar merece el máximo respeto y confiamos en Lea. Ganamos como equipo, perdemos como equipo”.