Asier
Garitano asume su muy delicada situación con entereza. Ante la amenaza de ser cesado, ayer eludió hablar sobre su futuro y salió en defensa de sus jugadores. “Los jugadores han tenido en este partido muy buena actitud y no se le puede reprochar nada”, afirmó. Esta declaración toma relevancia después de que Josean
Querejeta, el pasado jueves, cargara duramente contra la plantilla y le reclamara “dar un paso adelante y mostrar su profesionalidad”. El de Bergara siempre se ha mostrado cercano a sus discípulos.
Las próximas horas van a ser cruciales para su futuro inmediato. Aunque tiene una cláusula de renovación automática en caso de lograr la permanencia, todo apunta a que no va a seguir en la campaña venidera. Ahora mismo, su destitución está encima de la mesa del consejo de administración babazorro. Si se produce, Javier
Cabello, su ayudante, acabará esta campaña al frente del equipo.
“Se nos fue el partido al final y nos ha hecho mucho daño, pero seguimos dependiendo de nosotros mismos y eso es lo importante”, destacó. “Estamos en un mal momento, pero hay que tener confianza. Más que pensar en qué hacen los rivales, tenemos que mirarnos a nosotros mismos y mejorar individualmente como equipo”, demandó.
Pacheco, en la grada
Aunque el técnico le descartó en la víspera, Fernando
Pacheco
entró finalmente en convocatoria y vio el encuentro desde la grada. Aleix
Vidal y Ximo
Navarro se quedaron en Vitoria-Gasteiz, según el club, por decisión técnica. Preocupa el estado de
Rubén
Duarte, ya que el pisotón que le obligó a ser sustituido en la primera mitad puede haberle afectado a alguno de sus huesos del pie.
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