NEVADA – Muchos de los asistentes a Burning Man, conocidos como “Burners”, empacaron y se alejaron de Black Rock City en Nevada el viernes. Otros se marcharon a pie, caminando kilómetros en el barro para poder regresar a casa.
“Son alrededor de 1.8 pulgadas de lluvia”, dijo Maria Gretchnykh, empleada del aeropuerto de Burning Man, “por lo que son alrededor de seis pulgadas de barro. No puedes caminar, no puedes conducir. Los coches se están hundiendo”.
Según los organizadores del popular festival en su última actualización publicada en la página web del evento, los que asistieron podrán abandonar a partir de este lunes el recinto.
“Está previsto que el éxodo comience oficialmente alrededor del mediodía de hoy (19:00 GMT), lunes 4 de septiembre”, apuntaron.
Aun así, los organizadores pidieron a los asistentes retrasar su salida hasta el martes, para aliviar “una gran cantidad de congestión durante todo el día de hoy”.
El festival de música y arte que se realiza cada año en la ciudad improvisada conocida como “Black Rock City” llegó a su fin luego de una tormenta que enlodo la zona.
Los Burners que se fueron tomaron la decisión a pesar de las condiciones húmedas y embarradas y de la orden de refugio en el lugar por parte de los organizadores del evento. Están decididos a volver a casa como sea. Algunos van en coche.
“Dicen que las puertas están cerradas, pero tengo un automóvil con tracción en las cuatro ruedas”, dijo Joe Harrington, residente del condado Marín. “Y voy a intentar lograrlo”.
Otros están optando por marcharse.
“Terminamos teniendo que dejar nuestro camión y remolque allí, para poder regresar a la ciudad con nuestros otros hijos”, dijo Kenny Wright. “Caminamos hasta la puerta principal y cruzamos toda la playa. Tuvimos que ponernos bolsas en los pies para cruzar un par de ríos. Pero llegamos a la puerta principal e hicimos autostop hasta Gerlach. Y ahora vamos a esperar a que nuestro vehículo venga a recogernos”.
El festival de arte y música de ocho días en Black Rock Desert estaba programado para finalizar el lunes antes de que las fuertes lluvias lo cambiaran todo. Es posible que la gente aún pueda salir el lunes por la mañana, según los organizadores del evento, si el tiempo lo permite.
“Lo que más me preocupa es tener que hacer cola para salir de aquí mañana con 70,000 personas”, dijo Harrington.
El domingo, los Burners hicieron todo lo posible para mantener una actitud positiva en una situación incierta. Un campamento, llamado Waffle House, mantuvo a la gente alimentada y entretenida el domingo.
“Están sirviendo waffles realmente buenos”, dijo María Vilotte, que es de Argentina. “Hay música, gente que intenta seguir divirtiéndose, mantener la calma y dejarse llevar por la vibra”.
La quema ceremonial de la efigie del hombre de madera, que tradicionalmente marca el gran final de Burning Man, fue cancelada el domingo debido a la lluvia y el barro.
En cambio, está previsto que la ceremonia se realice el lunes por la noche.
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