La Junta de Castilla y León ha confinado la ciudad de Salamanca, con 144.000 habitantes, tras superar el umbral de 500 casos de coronavirus por 100.000 personas en los últimos 14 días. Con una incidencia acumulada de 504 positivos, una tasa de positividad en pruebas PCR superior al 10% y un nivel de camas UCI ocupadas por encima del 35%, es la tercera capital de provincia de la comunidad que queda cerrada perimetralmente, tras León y Palencia, confinadas la semana pasada. Además, en toda la comunidad se limitan las reuniones a seis personas en el ámbito privado, se prohíbe el consumo en la barra de bares y restaurantes y fumar en las terrazas. La orden entrará en vigor en la noche del viernes al sábado. Como medida adicional, en toda la comunidad de Castilla y León se limitan las reuniones a seis personas en el ámbito privado, se prohíbe el consumo en la barra de bares y restaurantes y fumar en las terrazas.
Verónica Casado, consejera de Sanidad de Castilla y León en una rueda de prensa. En vídeo, La Junta de Castilla y León confina Salamanca por el aumento de casos.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha señalado que ciertas conductas irresponsables propiciaron el incremento de casos de coronavirus. El alcalde, Carlos García Carbayo, del PP, no quiso criminalizar a la gente joven y, aunque admitió que la franja de edad con más repuntes en Salamanca es la de entre 15 y 29 años, recalcó: “Ya teníamos unos 350 casos antes del curso universitario, veníamos con esos puntos de casa, así que no podemos culparlos”.
A mediados de septiembre empezaron las clases en la Pontificia de Salamanca (4.500 estudiantes) y la primera semana de octubre en la Universidad de Salamanca (USAL, 27.000 estudiantes). Ello supuso el desembarco de cientos de universitarios de fuera, pues el 70% de los estudiantes de grado proceden de otras provincias, algo inusual en el resto de España. También lo es que ninguna de las dos instituciones haya perdido demasiados alumnos erasmus. Hay 700 becados este curso. Pocos quieren renunciar a la experiencia de vivir el ambiente universitario de Salamanca.
Tras meses sin verse por el confinamiento, los estudiantes tomaron las terrazas este mes para ponerse al día y, con las novatadas más prohibidas que nunca, parte optó por festejar en barras libres. Algunas se desmadraron, los medios se hicieron eco y la policía empezó a patrullar con más insistencia las zonas de ocio.
Los dos rectores (Ricardo Rivero y Miran Cortés) sumaron fuerzas al alcalde para intentar frenar la expansión del virus en los campus. La USAL, de hecho, ha expulsado a 110 alumnos infractores durante 15 días y ha advertido a las residencias privadas que les quitará el sello de calidad si no son estrictas en la aplicación de medidas sanitarias. El vicepresidente autonómico, Francisco Igea, de Ciudadanos, ha aplaudido estos días estas penalizaciones y anima al resto de universidades de la región a aplicar este castigo.
Conjura en Salamanca para mantener la universidad abierta
El alcalde sostiene que la decisión autonómica resultaba “inevitable” tras conocer los datos epidemiológicos. García Carbayo reconoce que “lo lógico era esperar que esta misma semana se llegara a la cifra fatídica” de más de 500 contagiados por 100.000 habitantes, registro que se ha alcanzado este jueves, tras incrementarse los 476 del día anterior.
El regidor sostiene que una vez prefijados unos “criterios comunes” no pueden mostrar otra postura que no sea la de seguir colaborando para reducir la incidencia. García Carbayo es muy consciente de que la comunidad universitaria, presente en la ciudad desde hace 800 años, desempeña un papel determinante. Los 32.000 matriculados en sus campus y los 34.000 estudiantes de castellano que pasan por las escuelas de idiomas son el puntal económico, cultural y promocional de Salamanca.
El estudio El impacto económico de la Universidad de Salamanca (2016) estima el peso solo de la USAL en 920 millones de euros. Eso supone el 7% del PIB provincial y sitúa a la universidad entre las 20 mayores entidades de Castilla y León. Los estudiantes de español, por su parte, dejan 50 millones de euros, según el Ayuntamiento.
Un portavoz de la USAL lanza un mensaje de “tranquilidad” porque las restricciones, que impiden la entrada y la salida de la ciudad, no afectarán al alumnado que no resida en Salamanca siempre que enseñe su carné de estudiante y un resguardo de su matrícula. Los docentes o personal de servicios, por su parte, deberán mostrar un certificado electrónico.
La orden se publicará este viernes en el boletín oficial autonómico y un tribunal deberá dar su aprobación, al igual que ocurrió en los casos de León, Palencia, Miranda de Ebro (Burgos) y otros municipios de la región.
Los hosteleros: “No vamos a criminalizar a los jóvenes”
Álvaro Juanes, presidente de la asociación de la hostelería de Salamanca, lamenta haber llegado a este confinamiento, pero recalca que su colectivo siempre ha acatado las normas “con responsabilidad”. Lo hicieron, dice, en las tres semanas de restricciones autonómicas a principios de septiembre, y deben continuar así una vez se han superado los índices actuales. Juanes tilda de “un poco injusto para la ciudad” que a causa de una “minoría” de universitarios que, según él, se han juntado en pisos particulares o en reuniones clandestinas, tengan que sufrir las medidas regionales. “No vamos a criminalizar a los jóvenes por una minoría irresponsable”, matiza. Juanes recuerda que van a resentirse los hoteles, que estaban a un 30% de ocupación, y reclama “sensibilidad a las instituciones y medidas de flotabilidad”.
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