La Asamblea de la Federación de remo ha rechazado este miércoles en una votación en Banyoles (Girona) la moción de censura a Asunción Loriente, la única mujer que preside una Federación olímpica en España. Acudieron 61 de los 76 asambleístas federativos, y con el resultado de 37 votos a favor de la moción, 22 en contra y dos abstenciones, Loriente se mantiene al frente de la Federación. La oposición necesitaba contar al menos 39 votos, la mitad más uno del total de 76 asambleístas. Y no lo ha conseguido después de que el Consejo Superior de Deportes (CSD) y el Comité Olímpico Español (COE) se pronunciaran esta misma mañana en contra de la figura del candidato José Agustín Gómez-Raggio, propuesto para relevar a Loriente.
Gómez Raggio define en conversación con este periódico su derrota como una “victoria pírrica”. “Hemos ganado, pero no hemos conseguido los 39 votos necesarios. Digo victoria pírrica porque hemos ganado pero no sirve para mucho. Yo estoy muy contento y muy feliz de que la democracia haya triunfado”.
Así se ha expresado Loriente, en cambio, tras ganar la votación: “Estoy satisfecha, nada más, ni exultante ni nada por el estilo porque estas situaciones lo único que hacen son daño y ahora tenemos que reconstruir muchísimas cosas. Ese es el siguiente paso”. Insiste en que la moción de censura no se promovió por motivos deportivos o de gestión, sino por guerras de poder. “Y eso es muy difícil de reconducir porque las mismas personas que exigen algo a cambio son las que siguen ahora, va a ser complicado. Pero sí que hay que intentar reconducir poco a poco e ir ganándonos a la gente que podamos no tener a nuestro favor ahora. Hay que hacer un esfuerzo entre todos e intentar convivir y sacar adelante un proyecto juntos. Lo empezamos hace unos meses en el Congreso de la Federación, ahora tenemos que ser capaces de poner en práctica lo que ahí dijimos. Yo voy a seguir con la mano tendida, la que he tenido siempre”.
El candidato que lideraba la moción, José Agustín Gómez-Raggio, fue elegido por el grupo de la oposición pese a sus polémicos tuits en redes sociales, en los que llegó a llamar “hijo de puta” a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y a Pablo Casado, líder del Partido Popular. También llegó a escribir: “Chinos, hijos de la grandísima puta” y a retuitear mensajes que pedían el cierre de todas las mezquitas.
Gómez-Raggio, abogado, expresidente del Club Mediterráneo, fue despedido en 2015 de Ciudadanos a los pocos meses de afiliarse por convocar una reunión, unas pre-primarias, sin la autorización del partido. Considera que llamar “hijo de puta” a los líderes políticos “no es un insulto sino una opinión”. Y que como él vive “en la calle”, se toma las redes como “una taberna o una terraza de calle”. ¿No cree que insultar públicamente a unos políticos o una persona es incompatible con ejercer un cargo en una Federación?, se le preguntó. “Entiendo que le llame la atención a alguien”, contestó a este periódico.
El Consejo Superior de Deportes (CSD) emitió a primera hora de este miércoles un comunicado conjunto con el Comité Olímpico Español (COE) en el que califican de “realmente graves” los insultos de Gómez-Raggio. Aseguran respetar las decisiones de las Federaciones avaladas por sus estatutos y reglamentos, pero, al mismo tiempo, afirman que resulta “muy difícil de concebir que la presidencia de una Federación recaiga en una persona que insulta gravemente a través de las redes sociales a responsables políticos de todo signo e instituciones con tuits cargados de odio, incluso dirigidos a ciudadanos de otras nacionalidades”.
Prosigue así el comunicado: “Cabe recordar que las Federaciones Deportivas españolas son entidades privadas con competencias públicas delegadas y, consecuentemente, ejercen funciones institucionales en España, y representan a nuestro país ante las instancias deportivas internacionales. Que esa representación la ostente quien ha dirigido comentarios de odio en toda dirección resulta, a nuestros ojos, realmente grave”.
Preguntado por el comunicado, Gómez Raggio contesta así: “Lo he visto sí, me ha encantado, de verdad. Me ha gustado mucho. Hablo en serio. Ratifica todo lo que nosotros llevamos diciendo mucho tiempo… Que hay una directísima y fuerte intervención de lo público en lo privado. De lo que es el aparato oficial y de los partidos políticos, su injerencia dentro de la sociedad es absoluta”.
Asunción Loriente llegó a la presidencia de la federación en 2018 y fue reelegida el pasado mes de junio con 54 votos a favor, nueve abstenciones y un voto nulo (no hubo más candidatos). La moción, presentada a principios de enero, fue promovida por algunas de las federaciones territoriales con más peso, como la gallega, la andaluza, la asturiana y la cántabra. Las mismas que la apoyaron en junio, pero que ahora están en su contra. En el escrito con el que se solicitó la moción se hacía referencia a la “disconformidad con la gestión, la deslealtad a los votantes sin acometer los cambios profundos demandados, la falta de rumbo y proyecto, y la división en el seno de la entidad federativa”.
Loriente, 50 años, juez árbitro nacional desde 1994 e internacional desde 2004, achacó la moción a intereses territoriales y denunció a este periódico el “caciquismo” de varias de ellas. En el Consejo Superior de Deportes creen que la moción no ha respondido “a una gestión deportiva ni federativa, sino a intereses territoriales”, porque ellos no aprecian “problemas ni en la gestión ni en la parte deportiva”. Tampoco ven lógico que haya habido una moción a los siete meses de ser reelegida.
Así resumía Loriente a este periódico la situación en la Federación: “Se han enfadado porque no han conseguido colocar a sus preferidos en la secretaría técnica o en la dirección general”. Y añadía que había “malestar” por el hecho de que una mujer estuviese al mando (la única en una federación olímpica en España). De hecho, contó Loriente, llegaron a decirle que su junta “es de chiste porque está formada por cuatro mujeres [además de ella hay, de ocho miembros, dos vicepresidentas y una vocal]”. El presidente de la federación gallega, José Manuel Seijas, uno de los que promovió la moción, dijo a este periódico: “Esa chica se cree la hostia y la salvación del mundo”. Se preguntaba “qué experiencia tiene aparte de ser ama de casa” y aseguraba que tiene otros intereses: “¿Qué quiere, hacerse millonaria?”. Sin embargo, Loriente no ha cobrado un sueldo como presidenta. “Hay muchas maneras de cobrar. Directamente o indirectamente”, sostiene Seijas, de 74 años, 39 al frente de la federación gallega.
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