Ataque a las familias LeBarón y Langford, “atrocidad con características terroristas”; “similar a la que vemos en Afganistán”: Buscaglia

“Este tipo de violencia mafiosa, que se manifiesta en diferentes órdenes de la vida social mexicana, es algo que hay que terminar y la única manera de hacerlo es generar mecanismos de unidades antiterroristas”, recalcó el investigador.

El ataque perpetrado el pasado lunes, en el que fueron masacrados nueve miembros de las familias LeBarón y Langford, se trata de “una atrocidad con características terroristas” frente a lo cual es necesario “comenzar a sacarse los guantes y actuar como un país desarrollado”, dijo Edgardo Buscaglia, investigador de la Universidad de Columbia, en entrevista para Aristegui en vivo. 

“Actos de terrorismo se cometen en muchos países desarrollados y no desarrollados, hay que tomarse esto en serio”, manifestó Buscaglia. El investigador comparó la respuesta de países como Alemania, Francia y España, quienes ante un ataque de este tipo, no tienen ninguna vergüenza en declararlo como acto de terrorismo y “no están pensando como el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en la imagen de México. Primero está la sangre de México, la vida de los mexicanos y después el tema imagen“.

Buscaglia detalló que la delincuencia organizada en México comete actos de terrorismo, es decir “ataques a la población civil con el fin de forzar al Estado a hacer algo: entregar a Ovidio o irse de un territorio”. Esta realidad el investigador la retrató desde hace 10 años en la publicación del libro Terrorismo y delincuencia organizada (2006), en donde se define jurídicamente los actos terroristas y los asocia a las acciones de los Zetas en aquella época.

Respecto a los LeBarón, Edgardo Buscaglia comentó que se trata de una familia que ha venido denunciando desde hace años este tipo de situaciones de violencia. “Ellos han sido asesinados y secuestrados y ésta es una situación en la que el Estado mexicano, a lo largo de todos los gobierno previos y debido a la corrupción misma de la policía federal, la Fiscalía, hace que esta familia se tenga que autodefender“, manifestó.

“Estamos en una situación en donde lamentablemente esta familia ha sido víctima de una atrocidad muy similar a la que vemos en Afganistán con los talibanes o la que veíamos en Colombia con los paramilitares que sí fueron declarados grupos terroristas y comienzan a ser perseguidos por unidades antiterroristas civiles, no militares”, explicó el investigador.

Frente al panorama que está ocurriendo en México, Edgardo Buscaglia señaló que el país “tiene que formar una unidad antiterrorista que comience a operar con las 72 unidades antiterroristas más efectivas del planeta para desmantelar a estos asesinos conformados por políticos, empresarios y soldados”.

Enfatizó en la importancia de no confundir las unidades antiterroristas europeas, canadienses o estadounidenses, que son civiles y no militares, como lo que ocurre con las invasiones en Afganistán e Irak.

“Yo he sido uno de los primeros en condenar la militarización de EU y de México en caso de la delincuencia organizada que ha conducido a cientos de miles de muertes y fosas comunes”, dijo Buscaglia y explicó que las unidades antiterroristas son mecanismos democráticos en donde se canaliza a esta gente a través del Sistema de Justicia, pero se les pone una lupa de Inteligencia de todo tipo: cibernética, operativa de campo…

El investigador expuso la obligación de comenzar a “mandarles un mensaje de que este tipo de actos tiene costos y que estos costos se pagarán a corto plazo y que la delincuencia organizada en México será desmantelada como los paramilitares o algunos grupos criminales que cometían actos de terrorismo en Europa”.

Comparó los recientes hechos de violencia en manos del crimen organizado con la violencia que sufren los periodistas en México. Destacó el caso de la periodista Lydia Cacho y planteó que ahí “tienes un exgobernador como Marín con empresarios mafiosos y con sicarios del Cártel del Golfo intentando asesinarla y ahí está ella en el exterior. Este tipo de violencia mafiosa, que se manifiesta en diferentes órdenes de la vida social mexicana, es algo que hay que terminar y la única manera de hacerlo es generar mecanismos de unidades antiterroristas“.

Señaló la necesidad de que dichas unidades antiterroristas tengan miles de veces más recursos humanos, financieros y tecnológicos, “para desmantelar a estos asesinos que operan en 81 países en el mundo, en el caso del Cártel de Sinaloa, y enviarlos, no solo a la cárcel, sino desmantelarles sus miles de millones de dólares y reparar el daño, a través de reasignación social de estos decomisos, a las víctimas de la delincuencia organizada como ha sido la familia LeBarón”.

Recurrir a las unidades antiterroristas es algo que ya ocurre en muchos países en el mundo,”hay muchos precedentes, no es algo que se esté inventando en México. Estas cosas se tienen que tomar así porque se están cometiendo crímenes de lesa humanidad en México”, dijo el investigador.

Sobre la postura de varios miembros de la política estadounidense, comenzando por el propio mandatario del vecino país, Buscaglia dijo que lo dicho por Donald Trump sobre enviar ayuda militar a México en caso de que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo requiriera, no tiene ningún sentido. 

Señaló que la industria bélica estadounidenses es la más importante del planeta. “Lo que gana Estados Unidos en la industria militar supera a los 11 países que le siguen, juntos. Toda esta gente, de alguna manera reciben dinero para sus campañas de estas mismas empresas militares que están fomentando toda clase de acciones bélicas en el mundo”.

Por otro lado, desestimó los comentarios del senador Cotton quien criticó la estrategia “abrazos no balazos”, del Presidente de México y señaló que éste es solo “un un representante del supremacismo racista blanco en EU, así que sus actitudes hacia México están contaminadas por ese suopremacismo extremista que tienen estos legisladores racistas. Estados Unidos es un país que está muy enfermo por su propia violencia y su propio racismo, que está en las raíces mismas del país”.

“Yo he estado en la frontera entre Sonora y Chihuahua hace un tiempo y son zonas parecidas a Kandahar, Afganistán, con un vacío de Estado espantoso, ni la policía federal se mete, estos grupos criminales controlan los territorios y por lo tanto se necesita comenzar por eliminar su capacidad de financiamiento”, dijo.

Detalló que los grupos criminales tienen miles de carros, fábricas, empresas agropecuarias que les finacian sus actividades, por lo que las unidades antiterroristas lo que hacen es atacarlos desde el punto de vista político y empresarial.

“Cuando nos encontramos ante estas atrocidades tenemos que acompañar el duelo de las víctimas, pero al mismo tiempo, pensar en las mejores medidas para que esto no suceda nuevamente”, concluyó.




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