ANKARA, Turquía – Estados Unidos y Turquía acordaron este jueve un alto el fuego en la ofensiva de Ankara contra las milicias kurdas en Siria, anunció el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, tras la reunión que sostuvo con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y en la que también participó Mike Pence, secretario de Estado de EEUU.
Pence dijo que Turquía suspenderá sus operaciones militares por 120 horas para permitir que las fuerzas kurdas abandonen la zona y que las fuerzas estadounidenses ayudarán en la retirada.
El acuerdo se produce en medio de la creciente preocupación mundial por la incursión militar de Turquía en Siria después de que el presidente Donald Trump ordenó a las fuerzas estadounidenses retirarse del país, dejando a la principal milicia kurdosiria, Unidades de Protección del Pueblo (YPG), sin apoyo.
“Estoy agradecido por el liderazgo del presidente. Estoy agradecido por las más de cinco horas de negociaciones con el presidente Erdogan”, dijo Pence, al agregar que las partes “llegaron a una solución que creemos que salvará vidas”.
Trump reaccionó inicialmente a través de un mensaje en su cuenta de Twitter en el que dijo que el acuerdo no habría sido posible tres días atrás.
“Los felicito a todos. Erdogan es un amigo mío, hizo lo correcto y aprecio que lo haya hecho (…) Si no se hubiera llegado a este acuerdo, se hubieran perdido millones de vidas”, dijo Trump en declaraciones a los medios.
Erdogan rechazó el miércoles en un primer momento reunirse con Pence y el secretario de Estado, Mike Pompeo, indicando que solo hablaría con su homólogo, Donald Trump, pero poco después rectificó y los emplazó a una reunión el jueves.
“Él (Trump) insistía en mediar, insistía en el alto el fuego… Al final le dije: envía una delegación, negociamos y llegamos a un acuerdo primero. Luego hablaremos del alto el fuego”, dijo Erdogan a la emisora turca NTV.
El mandatario dijo que solo pondría fin a la ofensiva si las milicias kurdas se desarman y se retiran de la franja de 30 kilómetros de ancho y 480 de largo que Ankara aspira a tener bajo control en el noreste de Siria.
EEUU se implicó en la guerra en Siria en septiembre de 2014 para luchar contra el grupo terrorista ISIS y encontró en las milicias kurdosirias laicas Unidades de Protección del Pueblo (YPG) a sus mejores aliados.
Turquía lanzó una ofensiva contra esas milicias, que considera terroristas, el pasado 9 de octubre, pocos días después de que EEUU anunciara el repliegue de sus soldados del territorio sirio.
Ese mismo día, Trump envió una carta al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en la que le pedía negociar con él un “buen trato” sobre Siria o en caso contrario le amenazó con “destruir” la economía turca.
Ajena a los encuentros diplomáticos sigue la ofensiva turca en el noreste de Siria, con fuego de artillería en las ciudades fronterizas de Ras al Ain y Tal Abiad, si bien Ankara aseguraba desde el fin de semana controlar ambos núcleos urbanos.
También se han registrado algunos combates en Manbech, donde las fuerzas leales a Bachar al Asad se han desplegado tras llegar a un acuerdo con las milicias kurdas para intentar evitar el avance turco en la región.
El presidente turco declaró que no le parece “desfavorable” que las fuerzas del régimen tomen el control de la zona si supone la retirada de las YPG.
El ministerio de Defensa anunció este jueves que han matado, capturado o herido a 673 milicianos de las YPG desde que empezó la ofensiva el pasado 9 de octubre.
Por otro lado, tres civiles resultaron heridos ayer en la ciudad turca fronteriza de Cizre, por la caída de un proyectil lanzado desde el lado sirio.
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