Pese a que no sea un feudo tradicionalmente esquivo, los de Pacheta se juegan tanto o más que nosotros y no están para regalar absolutamente nada. Necesitan meter tierra de por medio respecto al descenso y arreglar el desaguisado que les ha supuesto perder dos puntos en su visita por tierras ilicitanas ante un equipo virtualmente descendido, pero que aún respira y da dentelladas.
Recordemos que este Valladolid ha sido capaz incluso de vencer en tierras donostiarras recientemente, por lo que nada de confiarse. Por cierto, tipo espectacular y enormemente humano Pacheta, merecedor de la mejor de las suertes… aunque lógicamente a partir del sábado.
Los recientes números de los rojiblancos en Liga, pobrísimos. Tras el Mundial, números de equipo que desciende. Más allá del duelo capital por clasificarnos para la final de Copa, afrontamos una parte del calendario liguero que obliga. Es el momento de acercarse, y mucho, a los de arriba. Valladolid, Getafe, Espanyol y Real Sociedad son nuestros próximos rivales. El mensaje que se debe dar desde el club, empezando por el míster, debe ser ambicioso, no queda otra.
Sabemos, como seguramente se nos querrá transmitir, que no hay rival pequeño y que no es fácil ganar a nadie en Primera División. Cierto. Igualmente, nosotros tampoco debiéramos ser fácilmente ganables por otros eminentemente inferiores, como es el caso. y nuestra forma de competir deja margen a la duda por cómo afrontamos determinados duelos. No se exige más que pelea y ambición, y hay ocasiones en que a los diez minutos de partido nos quedan dudas más que razonables de a qué hemos ido.
Recordemos una vez más: 0 puntos ante Girona esta temporada. Si no reaccionamos ya, ¿cuándo lo vamos a hacer?
En una temporada en que se han quedado muy atrás tradicionales aspirantes a competición europea e incluso en Champions como Sevilla y Valencia, actualmente peleando por escapar del descenso, no hemos sabido aprovechar la coyuntura. Echar un vistazo a la clasificación nos demuestra que no sólo hemos sido incapaces de ganar esos dos puestos, sino que hemos perdido nuestro sitio natural por errores propios y no hacer los deberes donde debíamos.
A Rayo Vallecano y Osasuna no se les puede exigir lo que están haciendo, pero ahí están, delante nuestro. Y en el caso de los navarros, con el añadido de estar también por delante en la eliminatoria copera que nos enfrenta tras disputar la ida en El Sadar.
El mejor Iñigo Martínez
El equipo ha recuperado al mejor Iñigo Martínez y esperemos que nuestra nómina de centrales recobre para la causa a un inconmensurable Yeray, perfectamente sustituido por Vivian cuando ha sido necesario. Con el retorno de Sancet tras cumplir una sanción sin pies ni cabeza, recuperamos juego y gol. Nos tiene que dar para vencer y convencer y salir cuanto antes de la mediocridad y creer en objetivos ambiciosos. Eso es lo que se nos vendió tanto en las elecciones como cuando se habló claramente de objetivos para esta temporada.
Si nada se tuerce, aquí en siete días.