Atlanta
Hawks sigue sorprendiendo, aunque quizás seguir hablando de sorpresa ni siquiera sea justo a estas alturas. Los de McMillan se deshicieron por la mínima de Milwaukee
Bucks (116-113) en el primer duelo de las Finales del Este, en Wisconsin, con un Trae
Young inmenso.
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El base de los Hawks terminó yéndose hasta los 48 puntos, máxima anotación personal en unos playoff para un jugador especial que apenas está en su tercera temporada en la liga. Young lideró de forma brillante a su equipo para arrebatar el factor cancha a las primeras de cambio.
Poco pudieron hacer los Bucks, más que mantener el encuentro igualado. La ventaja que habían logrado al descanso, de apenas cinco puntos, desapareció tras el paso de vestuarios, con un tercer cuarto de los Hawks que salieron en tromba. 34-26 de parcial para un equipo que no volvió a mirar atrás.
Trae acabó con 48 puntos y 11 asistencias, lanzando por encima del 50% en tiros y convirtiéndose en una pesadilla para Budenholzer, incapaz de encontrar una solución convicente al problema de un base que en estos playoff ha demostrado ser parte de la élite de la liga.
A 23 puntos y 15 rebotes llegó John Collins, solvente y seguro en ataque para acompañar a Young en su esfuerzo ofensivo. 12 puntos y 19 capturas logró Clint Capela, que no quiso quedarse atrás y también aportó su granito de arena en un triunfo histórico para los suyos.
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¿Y los Bucks? No cuajaron un mal encuentro pero estuvieron lejos de ser el equipo decisivo y eléctrico que logró dejar fuera a Brooklyn hace tan solo unos días. Giannis Antetokounmpo se fue hasta los 34 puntos, 12 rebotes y se quedó a una asistencia del triple-doble.
A falta de Middleton, muy fallón ayer de cara al aro (6-23 en tiros), apareció J
r
ue
Holiday. El base, habitualmente con perfil más defensivo, anotó 33 puntos con grandes porcentajes para mantener vivos a los suyos en el partido.
No obstante, no sirvió. Una vez los Hawks se hubieron puesto por delante, no cedieron su renta. Milwaukee logró poner el 110 a 111 a favor a falta de poco más de minuto y medio pero una sucesión de jugadas en contra acabó con los de Bud.
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Primero una canasta de Collins que valió tres puntos, después otra de Capela bajo el aro tras rebote ofensivo y cuatro tiros libres de Young que sellaron la suerte de los Bucks. El primero de la serie ponía rumbo a Atlanta. Ahora, a esperar la reacción de Milwaukee.
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