Atlético de Madrid se situó como líder en la Liga de España al vencer 3-1 al recién ascendido Granada, gracias en buena parte a un gran gol de Memphis Depay justo cuando los visitantes habían logrado el empate en el Estadio Cívitas Metropolitano.
El delantero neerlandés entró en la segunda mitad y avivó el hasta entonces un ataque algo espeso del conjunto colchonero, lo que no le había impedido mandar en el partido con un tanto en el añadido de la primera mitad de Álvaro Morata. Sin embargo, el equipo granadino no perdonó un fallo para igualar, pero antes de que cundiese el nerviosismo, el ‘9’ se sacó de la chistera un tremendo disparo que le dio la delantera de nuevo a los suyos y que dejó ‘tocado’ a su rival.
No firmó el Atlético una buena primera mitad en su estreno liguero, salvada por una carambola en el añadido que no desperdició Álvaro Morata. El planteamiento del Granada, con tres centrales, se le atragantó, y además no aprovechó una muy buena ocasión inicial en las botas de su delantero que no pudo superar a Ferreira tras una buena jugada y asistencia de Griezmann.
Tampoco le ayudó al conjunto colchonero el tempranero problema muscular que dejó fuera de combate a Koke Resurrección, aunque poco a poco se fue zafando de la intensa salida inicial de su rival para coger el mando del choque, aunque sin gran sensación de peligro salvo cuando la pelota acababa en los pies del ‘7’ francés o de un incisivo Yannick Carrasco.
Una estrategia mal ejecutada, pese a estar en buena posición, de Rodrigo de Paul fue la otra mejor opción de los de Diego Pablo Simeone en unos primeros 45 minutos irregulares donde jugó a rachas y en las que le faltó algo de lucidez en los metros finales para desarmar a la defensa de un Granada, con poco mordiente ofensivo, pero que se defendió con orden y con el trabajo en el medio de Sergio Ruiz.
Sin embargo, cuando el conjunto nazarí aspiraba a irse al descanso con un buen resultado, el alargue y un rebote le castigaron. Jesús Vallejo no pudo evitar que un balón en un centro le golpease y se convirtiese en una asistencia letal para que Morata pusiese el 1-0 y aliviase al Atlético en su camino hacia los vestuarios para reflexionar.
La segunda parte fue algo más animada, sobre todo gracias al empate que logró el Granada por medio del joven delantero Samu Omorodion y que abortó la mejoría del Atlético, que salió mejor y que avisó con un disparo de César Azpilicueta y, sobre todo, con una gran ocasión desperdiciada por Memphis Depay, relevo de Morata, tras una internada más de Carrasco.
El belga seguía siendo de lo mejor de los suyos, pero curiosamente ‘ayudó’ para que poco después el equipo andaluz pusiese las tablas en el marcador. Una pérdida suya ante Gonzalo Villar en el intento de sacar la pelota desde atrás permitió al centrocampista ponerle un buen balón a Samu para que este batiese a Jan Oblak.
Parecía que se podía abrir un nuevo escenario en el encuentro, pero no fue así porque Memphis le devolvió cinco minutos después la delantera a los rojiblancos con un tremendo disparo desde fuera del área, claro candidato a gol de la jornada. El delantero neerlandés estuvo cerca del 3-1 poco después en un intento de taconazo tras una buena internada de Azpilicueta.
El encuentro se abrió mucho más porque el Granada se fue a buscar el empate y dejó espacios atrás para el contragolpe local. Memphis, después de que Ferreira saliese rápido ante Ángel Correa, reemplazo de un discreto Griezmann, tuvo la sentencia, pero, pese a la ausencia del guardameta, no pudo superar con su disparo a los defensas. Oblak también apareció clave para enmendar una pérdida inadecuada con una buena mano a A sentenció en el añadido para evitar tensión al final y dar el liderato.
(Con información de Europa Press)
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