El Atlético de Madrid se la juega en la Champions este miércoles, con la visita del Bayer Leverkusen en la quinta jornada de la fase de grupos. Si no gana, podría quedar eliminado a las primeras de cambio. Necesita el triunfo para depender de sí mismo en la última jornada, en la que visitará al Porto, que ahora es segundo con dos puntos de ventaja sobre los colchoneros.
En resumen, que el Atlético no puede fallar en la primera final del curso. Y para ello será necesario, más que nunca, el Metropolitano. Es decir, la afición colchonera. En la presente temporada, el ambiente no ha sido mejor en el estadio, con crispación interna desde el primer día que abrió sus puertas este curso, en Liga frente al Villarreal.
Fruto de ese ambiente extraño, o de la propia incapacidad del equipo, los números dicen que el Atlético es solvente fuera de casa y muy irregular dentro de ella. De hecho, en Liga las dos únicas derrotas han llegado ante su público (Villarreal y Real Madrid). En cambio, el equipo ha asaltado los feudos de Getafe, Athletic, Valencia, Sevilla y Betis, y sólo las decisiones arbitrales le impidieron hacerlo también con el de la Real Sociedad.
En Champions, el cuadro colchonero sólo ha ganado uno de los diez últimos partes que ha disputado como local. Un dato alarmante y que pone de manifiesto que, ahora más que nunca, el Atlético necesita a su hinchada. Esta responderá en asistencia. Veremos si también con un apoyo incondicional que otrora ganaba partidos.