No va más. A las 20 horas de la tarde, el fútbol español tendrá nuevo campeón. Y el Atlético de Madrid quiere ser el que ponga el nombre de vencedor en la edición número 91 del torneo. Lo ha hecho en diez ocasiones con anterioridad, y este sábado quiere la undécima. Para ello, deberá ganar en Zorrilla al Valladolid, que se juega el descenso, aunque sería un milagro que no se produjese, o que el Real Madrid no gane al Villarrreal (que reservará jugadores para la final de la Europa League) en el Alfredo di Stéfano.
Lo tiene en su mano el conjunto colchonero, que sabe lo es que jugársela a una carta en la última cita. Lo ha hecho en nueve de sus diez campeonatos, y siempre que ha llegado en esta situación, ha salido victorioso. Simeone y sus hombres dependen de sí mismos, y confían en seguir en la línea de las últimas citas, donde se ha visto un Atlético con carácter de campeón a pesar del sufrimiento vivido, inherente al club colchonero.
Tras liderar el campeonato durante 24 jornadas, los rojiblancos ya divisan la meta, pero para llegaren primera posición, no pueden permitirse un tropiezo. Sabe que ganando será campeón. Y ante el cansancio en las piernas y la ansiedad en la mente, debe imponerse la ilusión por corroborar un torneo magnífico con la guinda de tocar metal. Sería más que merecido.
Pero esto es fútbol, y el balón no siempre entiende de justicia. Que se lo digan precisamente al Atlético. Por eso, los colchoneros están llamados a aislarse del exterior, donde habrá cientos de hinchas apoyando (sí, en Valladolid) y centrarse en darle continuidad a lo expresado desde la cita del Camp Nou.
Savic, sancionado, y Lemar, lesionado, son las dos únicas bajas que tiene el Cholo. El técnico apostará por el mismo once de las últimas semanas, con la entrada de Giménez en lugar del montenegrino. Está pendiente de Trippier, que llega justo a este final de campeonato, pero se cuenta con el inglés, a gran nivel en estos momentos, al igual que futbolistas como Carrasco (cuatro goles y cinco asistencias en el último mes y medio), Correa, Felipe, Koke u Oblak. Si a ello le añadimos que Suárez se reencontró con el gol (y de qué manera, en el 88’ y para remontar) ante Osasuna, que Joao Félix (será suplente) al fin fue decisivo sobre el campo en ese mismo partido y que Saúl sigue ofreciendo brotes verdes en su recuperación, el Atlético se presenta como claro favorito.
EL VALLADOLID SE AGARRA A UN MILAGRO
También por la dinámica del Valladolid, con casi los dos pies en Segunda. Sólo ha ganado uno de los últimos 20 encuentros y llega tras ser goleado en media hora en Anoeta, lo que prácticamente supuso su sentencia en Primera y el monumental enfado de su hinchada por la imagen ofrecida. Para obrar el milagro, los de Sergio González, con seis bajas, necesitan ganar al líder, que el Elche no gane, y que el Huesca pierda. Una carambola en la que casi nadie confía. Ni en la ciudad, ni en la caseta.
Y aunque el Atlético no se fía, está a 90 minutos de ser campeón. Y depende de sí mismo. No se le puede escapar esta Liga. Es su hora.
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