El Atlético de Madrid está planificando la próxima temporada. Lleva tiempo haciéndolo, pero en estos momentos está limitado en lo que a los movimientos de entrada se refiere. El dicho de antes de entrar, dejen salir, presente en todos los veranos rojiblancos, cobra más sentido ahora. Desde el club cifran la pérdida económica provocada por la pandemia en unos 90 millones de euros. Y sin ingresos, es complicado salir al mercado y apuntalar pilares del proyecto, como la ampliación de contrato de Diego Simeone o la revisión del contrato de jugadores como Marcos Llorente.
La confirmación de que Morata seguirá un año más cedido en la Juventus alivia algo las arcas. 10 ’kilos’ recibirán los colchoneros por otro préstamo. Era el primer paso para que la maquinaria comenzase a rodar. Pero el segundo, y el más importante, se debe dar la semana que viene.
Porque el 25 de junio en primera convocatoria, y un día después en segunda, está convocada una junta general extraordinaria de accionistas para someter a su aprobación una ampliación de capital de 181,8 millones de euros, la más ambiciosa de la historia de la entidad colchonera.
Como se informó desde el club en su día, el objetivo de esta acción es “mitigar los efectos económicos adversos causados por la pandemia en los ingresos del club durante esta temporada y reducir el nivel de endeudamiento motivado tanto por la inversión en el nuevo estadio como por la adquisición de jugadores para mantener el nivel de competitividad del primer equipo”.
Y al margen de cubrir gastos, esta previsible inyección económica permitirá disponer de más liquidez para acometer los refuerzos necesarios para la plantilla. Y también para cerrar la ampliación de contrato del Cholo. El argentino acaba contrato en 2022, y la idea es la de aumentar dos años más su vínculo con el Atlético, hasta 2024. También se quiere revisar el contrato de Marcos Llorente, uno de los jugadores más decisivos en la temporada pasada y cuyo margen de crecimiento sigue siendo importante.
Una vez aprobada esta ampliación de capital, la entidad rojiblanca cerrará el fichaje de Rodrigo de Paul. Las negociaciones con Udinese están muy avanzadas, pero sin dinero, obviamente, no se cerrarán. Y luego, el club quiere realizar tres fichajes más (portero, delantero y lateral) siempre que no haya más salidas de las previstas. Gbric quiere tener más minutos, Torreira y Dembélé han regresado a sus clubes de origen tras sus cesiones, la ficha de Vitolo es muy alta y se le busca destino y Saúl, que ve con buenos ojos un cambio de aires, sigue condicionado la planificación.
Los dirigentes, con Miguel Ángel Gil a la cabeza (seguirá teniendo la mayoría accionarial del club) confían en que esta ampliación de capital salga adelante. De lo contrario, desde la zona noble ya se desliza que podrían verse obligados a traspasar a algún futbolista importante. Algo que no desean que ocurra y que no está en los planes del Atlético, que afronta la semana que viene una ampliación capital.
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