Un escándalo se produjo en el condado de McCurtain, Oklahoma, en Estados Unidos, a partir de la difusión de una grabación de audio donde se escucha al jefe de policía local y a otros funcionarios “bromear” con la posibilidad de matar a periodistas y colgar a personas de raza negra.
La oficina del Sheriff declaró que la grabación, que dio a conocer el periódico local McCurtain Gazette-News, viola uno de los artículos de la ley de comunicaciones de Oklahoma, adelantando que es probable que el departamento de policía presente cargos contra el periódico, y que siguen las investigaciones para ver la autenticidad y veracidad de la grabación.
El jefe de policía, Kevin Clardy, señalado en la grabación, aseguró desde un mensaje de Facebook que la grabación fue alterada y que fue realizada y difundida de manera ilegal, resaltando que las últimas 72 horas han sido “las más difíciles y problemáticas de la historia reciente”.
“Muchas de estas grabaciones, como la publicada por los medios de comunicación el viernes, aún no han sido debidamente autentificadas o validadas. Nuestra información preliminar indica que la grabación de audio publicada por los medios de comunicación ha sido, de hecho, alterada. La motivación para hacerlo sigue sin estar clara en este momento. Este asunto se está investigando activamente”, señaló el Sherriff.
La personas que grabó la conversación, Bruce Willingham, quien también es editor del McCurtain Gazette-News, explicó que realizó la grabación el 6 de marzo, dejando una grabadora de voz activa dentro de una sala, luego de que terminara una reunión entre comisionados, pues sospechaba que el grupo seguiría discutiendo temas relacionados al condado, cuestión que violaría la Ley de Sesiones Abiertas del estado.
En uno de los extractos del audio, el funcionario Jennings dijo sobre las personas negras: “Llévalos a Mud Creek y cuélgalos con una maldita cuerda. Pero eso ya no se puede hacer. Tienen más derechos que nosotros“.
En otra parte de la grabación hablan sobre Bruce y Chris Willingham, reporteros del periódico. Jennings les dice a Clardy y Manning: “Sé donde se cavaron dos fosas profundas por si alguna vez las necesitan”, a lo que el jefe de policía responde: “Yo tengo una excavadora”. Luego Jennings refiere que conoce a “dos o tres sicarios” en Luciana, que “son tipos muy discretos”.
Ante la indignación y protestas que han generado las amenazas de los funcionarios, el gobernador republicano de Oklahoma, Kevin Stitt, pidió la renuncia del jefe de policía Kevin Clardy y los funcionarios Alicia Manning, Mark Jennings y Larry Hendrix, los cuatro implicados en la grabación.
“Estoy consternado y descorazonado al enterarme de los horribles comentarios hechos por funcionarios del Condado de McCurtain. Simplemente no hay lugar para tal retórica de odio en el estado de Oklahoma, especialmente por aquellos que sirven para representar a la comunidad a través de sus respectivas oficinas”, declaró el gobernador.
Por su parte, líderes de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP por sus iniciales en inglés) en Oklahoma han pedido que el FBI y el Departamento de Justicia investiguen los hechos.
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