Lo que se presumía podía ser una jornada propicia para alejar fantasmas y mirar al futuro con optimismo y esperanza, se ha convertido en todo lo contrario, convirtiendo el aplazado derbi de mañana en un encuentro de máxima necesidad en el que el Eibar necesita ganar para afrontar lo que resta con ese colchón de seguridad del que ha gozado hasta la fecha.
La derrota ante el Mallorca en Ipurua el sábado y el sorprendente triunfo del Leganés en Villarreal han situado a los armeros a dos puntos del descenso, con el agravante de que los de José
Luis
Mendilibar tienen el golaverage perdido con el conjunto balear, con el que también cayeron en Son Moix en el partido inaugural de la temporada.
Además, la dinámica de las últimas cinco jornadas no es alentadora para los armeros, que sólo han sumado cuatro puntos mientras que Espanyol y Leganés han sumado cinco; el Mallorca, siete; y el Celta, nueve.
Con este escenario el derbi de mañana ante la Real es capital. Una nueva derrota agudizaría la crisis armera justo antes de entrar en un tramo de calendario bastante complejo. Porque tras recibir al conjunto donostiarra, el Eibar deberá visitar a Real
Madrid, Getafe, Granada y Sevilla, y recibir a Athletic, Valencia y Osasuna.
Tras este tramo de competición únicamente restarían cuatro jornadas para el final del campeonato en las que el Eibar debería medirse a equipos que actualmente pelean por el descenso.
Primero tendría que recibir al Leganés en Ipurua para, acto seguido, rendir visita a un Espanyol que si no se juega una de sus últimas opciones de seguir en Primera, estará descendido porque los pericos son el otro gran perjudicado de la jornada tras su derrota en El Sadar. Los de Abelardo son colistas con 20 puntos, siete menos que el Eibar y es impensable que lleguen a ese partido salvados.
En la penúltima jornada el equipo de José
Luis
Mendilibar deberá visitar al Valladolid, actualmente con dos puntos más que el Eibar tras su derrota ayer en casa frente al Athletic y, para cerrar el campeonato, el Eibar visitará el Estadio de la Cerámica para enfrentarse a un Villarreal que o bien no se juega ya nada, o bien peleará por un puesto en la Europa League.
No es por tanto el actual el mejor escenario para un equipo que ante el Mallorca hizo que volvieran a aparecer todas las dudas que parecían haber quedado en el olvido tras el convincente triunfo frente al Levante.
Mismos errores
El equipo volvió a demostrar sus dificultades para marcar y en defensa los errores volvieron a perjudicar a un equipo que sigue concediendo ocasiones con demasiada facilidad.
Si los de Mendilibar no son capaces de corregir estos errores ante la Real, parece complicado que el conjunto armero pueda lograr ante los txuri urdin esa victoria balsámica que tanto necesita.
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