Los analistas del Banco de México (Banxico) ajustaron sus estimaciones de inflación a la baja para el cierre del 2023, de 5.07% a 5.10%, al tiempo que se deterioraron las perspectivas de crecimiento económico, pasando a 0.90%, en lugar de 0.95%.
Esperan además que la tasa de fondeo interbancario culmine el cuarto trimestre de 2023 en un 10.25%, según la mediana de las proyecciones de 37 grupos de análisis locales y extranjeros recibidas entre el 7 y 13 de diciembre.
Sin embargo, la encuesta de expectativas de especialistas en economía del sector privado del banco central prevé que la inflación para el término de este año se ubique en 8.06%, en lugar de 8.36%. Por su parte, el crecimiento para este año pasó de 2.80% a 3.0%.
Por el contrario, los pronósticos de inflación subyacente para los cierres de 2022 y 2023 permanecieron en niveles cercanos a lo publicado en noviembre, ya que las cifras pasaron de 8.37% a 8.30% para este año y de 5.06% a 5.07% para el próximo. Esta medida considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad.
Este jueves, Banxico elevó nuevamente su tasa clave en medio punto porcentual a un nuevo récord de un 10.50%, , en línea con las expectativas del mercado y luego de cuatro aumentos seguidos de 75 puntos básicos.
Para explicar su decisión, argumentó que “la actividad económica mundial se recuperó moderadamente en el tercer trimestre, aunque las perspectivas para 2023 siguieron deteriorándose”.
Asimismo, apuntó que la inflación global se mantiene elevada y varios bancos centrales continuaron incrementando sus tasas de referencia. A esto se suman riesgos mundiales, como los asociados a la pandemia, la prolongación de las presiones inflacionarias, el agravamiento de las tensiones geopolíticas y condiciones monetarias y financieras más apretadas.
“La Junta de Gobierno considera que todavía será necesario incrementar la tasa de referencia en la próxima reunión” dijo Banco de México. “Hacia delante, valorará la necesidad de ajustes adicionales en la tasa de referencia y la magnitud de los mismos de acuerdo con las circunstancias prevalecientes”, añadió.
No obstante, reiteró que el índice de precios al consumidor alcanzaría su objetivo de un 3% en el tercer trimestre de 2024.
La inflación de la segunda mayor economía de América Latina desaceleró el mes pasado a un 7.8% interanual después de haber alcanzado en octubre un 8.41% y alejándose del récord de un 8.70% que alcanzó en los meses previos.
En cambio, la inflación subyacente incrementó 0.45 % a tasa mensual, por lo que se colocó en 8.51%, ligando 24 meses al alza y alcanzando un nivel no visto desde agosto de 2000.
En cuanto a la actividad económica, que el Gobierno estima crecería un 3% el próximo año, el banco central dijo que en el cuarto trimestre de este 2022 podría continuar recuperándose, aunque a un ritmo más lento. “Así, se prevé que las condiciones de holgura sigan reduciéndose”, agregó.
(Con información de Reuters)
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