El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó el tiroteo en Maine, Estados Unidos, y aclaró que aún no se conoce si entre los 18 muertos se encontraban mexicanos.
“Es muy lamentable lo que está sucediendo”, declaró este jueves durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
“Teníamos la información hasta hoy en la mañana de que no lo había todavía detenido. Sí se conoce ya su identidad”, agregó.
Sin embargo, aclaró que desconoce aún si hay mexicanos entre los 18 muertos y 13 heridos reportados.
López Obrador reiteró que el asunto está siendo atendido por la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alicia Bárcena.
“Esperemos que lo detengan pronto para que no sigan habiendo víctimas”, subrayó.
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Un total de 18 personas murieron y 13 resultaron heridas cuando un hombre armado con un rifle atacó a los clientes de una bolera y un bar de la ciudad de Lewiston, en Maine, Estados Unidos, el miércoles en la noche.
La policía se desplegó por todo el sur de Maine en busca de una persona de interés, Robert R. Card, reservista del ejército estadounidense que, según las fuerzas del orden, fue internado en un centro de salud mental durante el verano boreal.
Se difundieron fotografías de un hombre con barba, sudadera marrón con capucha y jeans en una de las escenas del crimen, armado con lo que parecía ser un rifle semiautomático.
Los distritos escolares públicos de la zona cancelaron las clases el jueves y la policía instó a los residentes a permanecer en sus casas.
La Policía Estatal de Maine encontró un todoterreno blanco que creen que Card condujo hasta la localidad de Lisbon, a unos 11 kilómetros al sureste, e instó a la población a permanecer en sus casas tanto en Lewiston como en Lisbon.
A primera hora del jueves, la policía también pidió a los residentes de la ciudad de Bowdoin, a unos 12 kilómetros al este de Lewiston, que se refugiaran en sus casas. Card vive en Bowdoin, según los registros públicos.
Un boletín de las fuerzas de seguridad de Maine identificó a Card, de 40 años, como instructor de armas de fuego en la base de la Reserva del Ejército en Saco, Maine, que recientemente dijo que había estado oyendo voces y tenía otros problemas de salud mental.
(Con información de Reuters)
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