“Aunque esté mal, el Madrid te puede ganar fácil”



Pedro León Sánchez Gil (Mula, 1986) cumple su cuarta temporada en el Eibar y ha recuperado la sonrisa tras sufrir mucho por las lesiones durante los últimos dos años. Bajo una intensa lluvia atiende a Mundo Deportivo en el banquillo de Ipurua y junto a él repasamos la marcha actual del equipo armero y su dilatada trayectoria deportiva.



Prácticamente hemos consumido el primer tercio del campeonato. Acumulan 15 puntos en 12 jornadas disputadas y la clasificación sigue muy igualada, pero sus recientes victorias les han espoleado.

Sí, aún es pronto, pero todo lo que no consigas ahora luego se echa en falta. Está siendo una liga muy igualada. Tanto los equipos de abajo como los de arriba son muy parejos. Quitando tres o cuatro creo que los demás vamos a estar ahí y esperamos seguir sumando más puntos.

Aunque esta vez han tenido que jugar más fuera, el inicio liguero, como la pasada campaña, no ha sido del todo bueno. ¿Nota que van progresando según pasan las semanas?

Es verdad que los primeros partidos igual no fueron del todo buenos. Sobre todo, las visitas a Mallorca y Pamplona y el que perdimos en Ipurua contra el Espanyol creo que fue fruto de estar abajo. Luego nos hemos enfrentado a rivales complicados consiguiendo muy buenos resultados contra algunos, pero pienso que esas tres jornadas iniciales han impedido que ahora estemos más tranquilos en la mitad de la tabla.

Durante los últimos años el Eibar no se ha caracterizado por cambiar demasiado. Sin embargo, en algunos partidos hemos visto diferentes sistemas. ¿De qué manera cree que funcionan mejor?

Eso ha sido por un cúmulo de circunstancias. Yo conocí a Mendi hace muchos años en Valladolid y allí jugaba con un 1-4-2-3-1. Luego vine aquí y seguía con ese dibujo hasta que a mitad de temporada empezamos a utilizar el 1-4-4-2. Estuvo bastante tiempo así y este año a veces ha decidido salir con un 1-4-3-3. Al final creo que son las sensaciones, los momentos de la temporada o las plantillas lo que hacen que juegues de una manera u otra. Más que por el tema de las posiciones creo que la mejoría ha estado en el propio equipo, que ha sabido adaptarse a diferentes situaciones.

Lo que está claro es que usted es un jugador importante en los planes de Mendilibar. Ha comentado muchas veces que fue él quien insistió para que viniera y siempre que está disponible le suele dar bastante protagonismo. Ambos tienen muchas cosas en común. Se conocen a la perfección, acaban contrato esta temporada…

Es verdad que cuando surgió la posibilidad vine porque me llamó. Me apetecía volver a trabajar con él por amistad y porque el año que coincidimos en Valladolid fue muy importante para mí y para mi trayectoria. Gracias a aquel año creo que he podido hacer la carrera tan larga que he tenido en Primera. Después nos encontramos aquí y el primer año también fue muy bueno. Luego por circunstancias no he podido ayudarle mucho dentro del campo y ahora otra vez estoy en proceso de recuperar mi mejor estado físico. En cuanto a la renovación de él o mía en este momento sinceramente en lo último que pienso es en qué pasará al final de temporada. Pienso en mí, en el Eibar, en ayudar todo lo que pueda y ya veremos. Soy un jugador y me debo al entrenador. Está claro que él es el que manda. A veces cree conveniente que juegue de titular y otras que no. Somos 22 en la plantilla y yo tengo que trabajar para intentar jugar lo máximo posible. Sabemos que es muy intenso, está muy encima, te aprieta y en gran medida por el éxito de su método estamos viviendo unos años tan buenos.

Después de lo que ha dicho, entre él y otros técnicos que ha tenido como, por ejemplo, Mourinho la elección parece clara.

Risas. Han sido dos entrenadores que uno ha sido un pilar básico en mi carrera y el otro ha sido indiferente.

El portugués le dirigió en el Real Madrid, precisamente su próximo rival este sábado. ¿Cómo ve este partido?

El Madrid es el Madrid. Antes de irse Zidane y antes de que volviera escuché muchas veces que estaban mal, pero con él se ganaron tres Champions seguidas. Tiene esos genes de competir, siempre está ahí y aunque esté mal te puede ganar fácil porque tiene un equipazo. Sabemos que va a ser un partido muy difícil. El Eibar es un club humilde que está haciendo las cosas muy bien y eso se refleja sobre el campo y permite que podamos disputar este tipo de partidos. Ya son seis temporadas en Primera. Lo que vi la primera vez que vine aquí a jugar como visitante y lo que hay ahora no tiene absolutamente nada que ver. Este es un pueblo de poco más de 27000 habitantes y yo lo asemejo al mío y es una cosa que ni de lejos podría pensar.

Decía antes que ha vivido años muy complicados por los problemas físicos e imagino que ahora valorará mucho más el hecho de poder competir.

He estado muchos meses parado. Es volver al pasado y prefiero vivir el presente, pero se nota. Físicamente me encuentro muy bien, incluso como antes de las lesiones, aunque es verdad que esos dos años me están haciendo estar un pelín por debajo del nivel que tenía en el aspecto futbolístico y de control de espacios. Espero que la competición y la regularidad me hagan recuperarlo porque después de dos años lesionado sólo llevo diez partidos oficiales y se hace difícil volver cuando te quitan la esencia esa de estar en el campo.

Ningún futbolista está acostumbrado a las lesiones, todos las temen, pero es que ha tenido de todo. ¿Se puede explicar que sufriera una, se recuperara, y al poco tiempo le viniera otra totalmente distinta?

No lo sé. Te da por pensar de todo. Desde el azar, la mala suerte… como dices han sido lesiones que no vienen una detrás de otra por un mismo patrón, sino que han sido diferentes. En diferentes piernas. Todo ha sido totalmente diferente, una cosa no tenía nada que ver con la otra. Esto te hace pasarlo muy mal. A día de hoy que estoy perfectamente de molestias no puedo darte una explicación a lo que pasó. Durante las 16 temporadas de mi carrera he tenido la suerte de lesionarme muy poco y en estas dos se han acumulado todas.

Dentro de apenas unas semanas cumplirá 33 años y acaba de superar los 300 partidos en Primera División. ¿Qué le queda por hacer en el fútbol?

Seguir disfrutando. En estos dos años me he dado cuenta de que no los he disfrutado porque lo he pasado muy mal. Hasta entonces he sido un privilegiado porque he disfrutado cada partido y cada entrenamiento y es lo que estoy haciendo otra vez. Me encuentro muy bien y muy a gusto, soy feliz en Eibar, la afición y el club me demuestran su cariño incondicional y me siento querido. Es recíproco y sólo puedo agradecérselo. Después del año tan bueno que hice cuando llegué, creé unas expectativas y luego pasar dos años lesionado… para nadie es fácil esta situación, aunque yo no tenga culpa porque las lesiones son parte del juego.

Su familia también es muy deportista. Debe ir en los genes…

Siempre hemos estado ligados al deporte. Mis padres nos inculcaron el sacrificio desde pequeños. Es verdad que en mi casa son más de bici que de fútbol (risas), pero yo tuve la suerte de decantarme por el fútbol y de conocer a gente importante en mi vida que ha hecho posible que haya tenido esta carrera.

¿Si no llega a ser futbolista, sería ciclista?

Ufff. Veo a mi hermano y es muy duro. En el fútbol hay un factor importante que es el talento y en el ciclismo es más importante el sacrificio. Evidentemente, si no llego a ser futbolista hubiese hecho ciclismo, pero no sé hasta dónde habría llegado (risas).

Y en el aspecto personal, ¿cómo es Pedro León y qué hace en su vida cotidiana más allá del fútbol?

Lo que hace cualquier padre de tres niños. Mi mujer y yo vivimos aquí en Euskadi. Termino de entrenar, vamos a recogerles del colegio, pasamos la tarde con ellos, cenamos y nos acostamos pronto para repetir la rutina al día siguiente.

¿Les gusta Euskadi?

Nos gusta mucho y somos muy felices de estar aquí. Tengo una historia antigua de cuando yo ni había nacido. Mi padre estuvo trabajando en Aretxabaleta y, fíjate, yo muchos años después he vuelto y casualidad que entrenamos justo al lado.



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