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Autocaravanismo: un viaje con cabeza

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Los usuarios de autocaravanas se duchan con 15 litros de agua, el equivalente a dos cubos. Conscientes de la limitación de los recursos, son eficientes por necesidad y por convicción. No se trata de ensalzar la incomodidad sino de entender el contexto en el que se está y acabar contándolo como una aventura –caso de los nuevos– o disfrutando relajadamente de lo que significa cambiar el paisaje de tu ventana cada día –los veteranos–. Algunos, los que se encuadran en la segunda categoría, se desplazan con placas solares para generar su propia electricidad y así no tener que obtener la energía del motor de combustión. Muy concienciados con el medio ambiente –pocos como ellos saben de la importancia de preservar los espacios naturales limpios de basuraleza–, consumen con responsabilidad y reciclan. Hay quien dentro de la autocaravana cuenta con cubos pequeños para separar los residuos y deshacerse de ellos de forma correcta en los campings o en los estacionamientos autorizados para parar y pernoctar, unos espacios públicos y privados cada vez más numerosos y cada más preparados con cubos de colores para ponérselo fácil a unos ciudadanos que ya vienen aprendidos de casa. 60.000 autocaravanistas suman en España: una forma de vivir y viajar con mucha cabeza.

Uno de los usuarios que pertenece a la categoría de veteranos es José Luis Villares, presidente del Club Autocaravanista del Principado de Asturias (CAPA). Villares, un minero jubilado de Mieres, dirige esta asociación de 312 miembros fundada en 2008. CAPA se encuadra dentro de la Federación Española de Asociaciones Autocaravanistas y de la Federación Internacional de Camping, Caravaning y Autocaravaning. “No somos cuatro amigos que se han juntado”, afirma en tono jocoso pero dando importancia al papel que ejercen como asociación. CAPA fomenta esta práctica, promueve el intercambio cultural y conciencia al colectivo de que esto es una forma de vida ligada al medio natural y la finalidad última es preservarlo.

Un estacionamiento público de parada y pernocta en Asturias.Cedida por José Luis Villares

Son más que buenas intenciones. CAPA trabaja con los Ayuntamientos de Asturias para la creación de estacionamientos públicos de parada y pernocta, los lugares habilitados para que de forma legal aparquen y duerman las autocaravanas. En el proyecto que presentan a las autoridades queda recogida la instalación de cartelería donde se explican los atractivos de la zona y se ofrece información de servicio (horarios de autobuses, farmacias…). También recomiendan habilitar contenedores para separar los residuos. “Estamos a la vanguardia en el reciclaje. De toda la vida”, asegura Villares. “Remarcamos en todas las reuniones que debemos ser responsables y sostenibles”, añade.

Algunos de los desechos más recurrentes que se generan en el autocaravanismo y la forma correcta de gestionarlos

Los autocaravanistas combinan las comidas y las cenas en restaurantes de la zona con otras en su autocaravana o en las inmediaciones con los toldos desplegados. Las latas de bebidas o de comida se deben depositar en el contenedor amarillo.

Aunque en los estacionamientos de parada y pernocta o en los campings hay agua potable, conviene llevar garrafas tanto para beber como para cocinar o asearse. Al ser un envase de plástico su destino es el contenedor amarillo.

Lo más recomendable es guardarlos y compartirlos o entregarlos de vuelta en el punto turístico para que los reutilicen si están en buenas condiciones. De lo contrario van al contenedor de papel y cartón.

Un elemento clave en cualquier salida. Al ser un envase de plástico se debe depositar en el contenedor amarillo junto con las latas de bebidas y los briks.

El papel que recubre la pastilla de jabón debe depositarse en el contenedor azul. Los botes de champú o gel se tiran al cubo amarillo.

Si bien algunas linternas como los frontales que se amarran a la cabeza se suelen cargar mediante una entrada de usb, algunos aparatos más antiguos llevan pilas. Se deben depositar en un punto limpio o guardarlas y deshacerse de ellas en los espacios habilitados en las ciudades como las marquesinas de los autobuses.

Los autocaravanistas expertos utilizan guantes de tela o de plástico duro para manipular la manguera con la que verter las aguas grises y negras. Los más novatos suelen recurrir a guantes de usar y tirar, que se tienen que tirar en el contenedor de la fracción resto.

No es la solución más fina, pero en ocasiones sirve para arreglar un problema de forma temporal. Cuando ya no es necesaria se debe depositar en el contenedor de la fracción resto. Por mucho que sea de plástico, no es un envase y por tanto no va al amarillo.

Otro ente que trabaja con las administraciones públicas es la Asociación Autocaravanista de la Región de Murcia (AC-MUR). Pepe Lucas, un delineante jubilado de 71 años –los mayores de 55 años son los que más reciclan en España–, es su presidente en funciones. Acmur realiza presentaciones a la federación de municipios para explicarles que la creación de estas áreas de estacionamiento y pernocta contribuyen a atraer visitantes –y dinero– a núcleos poblacionales con poca afluencia de turistas. “Una inversión pequeña que trae alegría a los pueblos”, asegura Lucas, estacionado en las inmediaciones del río Burejo (un afluente del Pisuerga que transcurre por Palencia). “Revitaliza la hostelería y el comercio”, apunta Villares, que asegura que a los autocaravanistas les gusta comprar un buen queso o un chorizo o cualquier producto local de la zona por la que transitan o en la que se establecen. Este asturiano de Mieres afirma que hay muchos jubilados que viajan de esta forma y que cada vez más jóvenes se suman. Villares lo encuadra en un tipo de turismo amable, cuidadoso y con una gran flexibilidad.

Más y mejores vehículos

La compra y el uso de las autocaravanas crecen. Las ventas en junio de 2020, cuando parecía que todo lo malo había pasado, crecieron un 20% con respecto a junio del año anterior. Ya acumulaban no obstante una tendencia al alza. Las matriculaciones de estas casas con ruedas, como las define Villares, pasaron de 1.293 en 2013 a 8.903 en 2019, según la patronal, la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (ASEICAR). Los vehículos nuevos son menos contaminantes que los antiguos, una de las ventajas de que se renueve el parque y una forma de que este estilo de vida no solo sea sostenible por inercia sino por acción.

José Luis Villares, presidente de la Club Autocaravanista del Principado de Asturias (CAPA), en las minas de Riotinto (Huelva).Archivo personal

Con este despliegue y consolidación de esta forma de viajar y vivir en vacaciones han surgido estacionamientos de parada y pernocta privados. Están sujetos a la legislación de cada comunidad autónoma –en algunas inexistente, en otras ya en marcha–. A diferencia de los públicos, el tiempo de estancia es ilimitado, se pueden desplegar los toldos y suelen contar con servicios accesorios como baños y aseos y lavandería. Son alojamientos turísticos. Areas Ac geolocaliza por coordenadas tanto los públicos como los privados, ofrece información del lugar en el que se ubica, enumera los servicios con los que cuenta y permite a los usuarios dejar comentarios. “Funciona con los datos que aportan los Ayuntamientos y las asociaciones como la nuestra”, afirma Villares, que prefiere viajar a partir de septiembre cuando una parte importante de los turistas ya están de vuelta en las oficinas o en las fábricas.

Las gasolineras y las grandes superficies reaccionan

Si bien en algunos países como EEUU la mayoría de gasolineras tienen una zona habilitada para verter las aguas grises y negras y recargar agua limpia a cambio de unos 10 dólares, en España todavía escasean. “Se están dando cuenta de que cada vez hay más demanda. Algunas ya incorporan lavaderos más espaciosos para que quepan las autocaravanas”, detalla Villares. Algunas grandes superficies de Francia y los supermercados Intermarché de Portugal están incluyendo plazas específicas para estos vehículos en los aparcamientos. “Paras a comprar y ya comes. No se puede pernoctar, eso sí”, afirma Villares. La legislación y las empresas privadas son cada vez más amables con esta forma amable de hacer turismo.


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