Deandre Ayton podría estar ganando todavía muchísimo más dinero, pero su falta de sintonía con los Phoenix Suns la temporada pasada, especialmente con su entrenador Monty Williams, ha evitado que la franquicia le haya ofrecido un contrato por el máximo este verano. Debido a la naturaleza de la liga, un negocio primero de todo, el número uno del Draft de 2018 tuvo que recibir primero la oferta por el máximo de otro equipo antes de terminar renovando en Arizona.
“Esto es una bendición. Este contrato tiene un impacto generacional en mi familia, y además nos permite trabajar de una manera distinta con la comunidad en Phoenix y en casa, en Bahamas. Esto es lo más importante”, explica el jugador a la ESPN. Ayton ganará 133 millones de dólares en cuatro años después de la oferta de los Indiana Pacers, que luego igualaron los Suns. Su casa en la NBA tenía la capacidad de darle hasta 179 millones, una cifra que nunca estuvo encima de la mesa.
“He llegado a entender que esto es un negocio, así que estaba más ansioso de conocer el resultado final para poder centrarme que otra cosa. Quería pasar página y volver al trabajo. Todo fue negocio, e intenté ser muy profesional. No me puse a reflexionar con profundidad sobre el motivo de cada cosa”, dice ahora.
La decisión por Ayton era una de las que podía reformular el mercado. El regreso a Phoenix sitúa a la franquicia muy por encima del límite salarial y provoca que su persecución sobre Kevin Durant sea algo más compleja ahora, aunque muchos analistas mantienen al equipo como principal favorito para hacerse con sus servicios. “Estoy contento porque el proceso se ha terminado. Puedo poner todo detrás de mí y centrarme en ganar un anillo esta próxima temporada junto a mis hermanos”, zanja el jugador.
James Jones, GM de los Suns, aclaró que el plan de los Suns siempre fue firmar costara lo que costara a Ayton, una idea que subrayó también su entrenador. “Sabíamos que cualquier oferta que tuviera, nosotros íbamos a igualarla”, aseguró Monty Williams, que achacó su mala relación según la prensa a generalizaciones tras un mal partido, el séptimo contra los Mavericks que acabó con su sueño de campeonato una temporada más.