En medio de la guerra por controlar el PP de Madrid, una imagen y una frase cargadas de significado. Martes. Isabel Díaz Ayuso acude a una cena del PP, y Pío García-Escudero, el presidente interino del partido en la región, aprovecha para entregarle una camiseta de fútbol con el número 1 bien clarito: aquí está nuestra líder, es el mensaje. Jueves. Díaz Ayuso emplea el pleno de la Asamblea de Madrid para dejarle un recado a la dirección nacional de Pablo Casado, que no ha mostrado ningún entusiasmo por que la líder madrileña se presente a la presidencia del PP de Madrid, aunando así el poder orgánico e institucional: “Cuando tenemos a alguien que gana elecciones es verdad que nos va la marcha”.
Ayuso frente a Almeida: en el PP de Madrid suenan tambores de guerra
El regalo envenenado de Aguirre a Ayuso
La frase lo resume todo. Que Díaz Ayuso se siente fuerte gracias a su triunfo electoral del 4-M. Que quiere adelantar el Congreso del PP de Madrid, previsto para el primer semestre de 2022. Que Díaz Ayuso sabe que Teodoro García-Egea, el secretario general del partido, no está por la labor, porque hay un acuerdo de la dirección para que los cónclaves de regiones uniprovinciales sean en ese momento. Que la dirección nacional ve con desazón cómo la apuesta de la baronesa del partido por optar al poder orgánico ha opacado la convención nacional con la que quiere relanzar a Casado. Y que hay dirigentes de la confianza del líder nacional que observan con preocupación que sume a su poder institucional el orgánico que le otorgaría la presidencia del PP de Madrid: nadie se ha olvidado de cómo Esperanza Aguirre actuó como contrapeso y oposición interna a Mariano Rajoy gracias a lograr esa combinación.
“Entiendo que el debate de mi partido es curioso, porque ustedes se matan entre sí mismos para elegir a una persona para ganar elecciones, y nosotros cuando la tenemos es verdad que nos va la marcha”, le espeta Díaz Ayuso a Mónica García, la líder de Más Madrid, en el pleno de la Asamblea. “Pero no somos como ustedes: no pasamos a guillotina a nadie”.
Hay una media sonrisa en la cara de Díaz Ayuso mientras pronuncia la frase. Es una demostración más de cómo la presidenta está disputando este combate con puño de hierro en guante de seda. Igual que una frase dicha con despreocupación le vale el viernes pasado para quejarse de que el Congreso regional no se celebre antes (”Es importante que esto se haga pronto”), el fin de semana intenta disipar con ironía el temor a que combine las tareas de presidir el partido y la Comunidad: “Soy mujer y puedo hacer dos cosas a la vez”.
Vuelve a ocurrir este jueves. Entre referencias en broma al embrollo interno del PP (”nos va la marcha”), Díaz Ayuso deja claro su mensaje: no se va a quedar callada mientras desde la dirección nacional se filtran críticas contra su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, supuestas divisiones en el seno del Ejecutivo madrileño por su candidatura, o dudas sobre la conveniencia de que presida al mismo tiempo la región y el partido. Un recordatorio de que la formación conservadora está permitiendo que su guerra interna se dispute en público.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.