Carlos Bacca es un buen tipo. Detrás del delantero cazagoles que lleva mandando balones a la red varios años se encuentra a un hombro comprometido con la sociedad y consciente de la importancia de aportar su granito de arena en todo aquello en lo que puede contribuir a hacer de mundo un lugar mejor. Esta crisis del coronavirus no es una excepción y por ello junto al Villarreal y Cáritas, la Fundación que lleva su nombre está detrás de una iniciativa solidaria que ayuda a los más desfavorecidos en estos momentos difíciles. “Además de futbolistas somos personas, madres, hijos y hermanos. Y más en esta situación”, dijo el colombiano en los micrófonos de Radio Marca este mismo miércoles.
Bacca, como todo hijo de vecino, también quiso reiterar la importancia del confinamiento por parte de toda la población. “Es un momento de dificultad. La pandemia no entiende de clases sociales. Hay que tomar preocupaciones. Es el momento de acercarse a Dios y seguirlo. Hay que estar en casa. Yo no soy de salir mucho al margen de partidos y entrenamientos. No se hace tan duro el confinamiento porque lo estoy pasando en familia”, añadió al respecto.
Más persona que futbolista
Por otra parte, en otra declaración que refleja el tipo de ser humano que es Bacca, puso por delante del futbolista a la propia persona. “Prefiero que me recuerden por cómo soy que por cómo juego al fútbol. Es lo que más me interesa y preocupa. Quiero que me recuerden como una persona humilde, trabajadora y tranquila”, aseveró. Que así sea.
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