El tramo decisivo de la temporada ha llegado a la Liga Smartbank y con ello los nervios y las emociones en un Girona que encara la última jornada con muchas opciones de disputar el playoff de ascenso y con la ilusión de recuperar la mejor versión de varias de sus piezas fundamentales.
Álex Baena y Cristhian Stuani han sido a lo largo de la temporada dos de las piezas angulares del esquema ofensivo de Míchel en el Girona. El futbolista cedido por el Villarreal se ha adueñado de la mediapunta y es el jugador gerundense que más desequilibra y recursos tiene para generar problemas a los rivales. Ante el Mirandés, y después de varios partidos sin encontrarse al cien por cien, el de Roquetas de Mar volvió a cuajar una actuación notable, a la que solo le faltó el gol para ser un excelente en mayúsculas.
El ‘8’ del Girona supera los 2700 minutos de juego y es el quinto futbolista de campo que más ha utilizado Míchel esta campaña. Ante el Mirandés recuperó la chispa que tanto ha hecho disfrutar a Montilivi y su mejor versión, junto a la del uruguayo debe ser uno de los argumentos de más peso para confiar en el ascenso de los de Míchel.
Al contrario de lo que ocurrió con Baena, que brilló en el juego, pero no acertó en la definición, Cristhian Stuani culminó a la perfección, pero en el juego colectivo es una evidencia que no puede aportar lo mismo que el propio Baena, Borja, Iván Martín o Samu Saiz. El charrúa, que con su doblete suma ya 22 tantos, ha recuperado el instinto que pareció perder en el arranque del 2022 y pese a haber desperdiciado dos penas máximas en Alcorcón, ha marcado cuatro goles en los últimos cuatro encuentros.