El italiano Francesco ‘Pecco’ Bagnaia puede convertir se este fin de semana en campeón mundial de MotoGP en el mismo circuito en el que en 2018 se proclamó campeón del mundo de Moto2. La presión la siente porque hay dos losas que tienen que sostener sobre sus hombros: la de darle a Ducati su segundo título de pilotos desde 2007 (Casey Stoner) y a Italia su primer título desde 2009 desde su mentor, amigo y protector Valentino Rossi.
“Desde 2009 ningún italiano ha ganado el título de MotoGP y desde el 2007 Ducati no ha ganado el título de pilotos, unido a que puede ser mi primer título en MotoGP, la presión está ahí, sin duda, y ya empiezo a sentir esa presión, pero en este momento estoy bastante calmado, ya que sé que hemos hecho algo muy bueno esta temporada, pero aún nos queda finalizar el trabajo, rematar la faena y ese es mi enfoque ahora mismo”, ha explicado Bagnaia al respecto de su primer match-ball durante la conferencia de prensa de los candidatos durante el Media Day del jueves en Sepang.
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Bagnaia tiene todo el año a su lado a su hermana Carola, su asistente personal y la responsable de ese apodo Pecco -era la manera como de pequeña pronunciaba el nombre Francesco-, y hasta Kuala Lumpur han llegado el resto de su familia, sus padres Pietro y Stefania y su pareja Domizia. Trata de mantener la rutina “estoy tranquilo, estoy haciendo lo mismo que hago normalmente, leo un libro, veo películas, he vuelto a ver las sesiones de 2019, lo normal, viviéndolo como un fin de semana normal. Si quiero ir bien he de mantener la concentración y estar preparado para cualquier situación, si pienso en lo que me ejerce presión la sentiré, así que vivo de manera normal, mi novia y familia me han venido a acompañar y me ayudaran muchísimo a estar más sereno”.
Decir GP de Malasia es mencionar lo impredecible de su clima, con las clásicas tormentas entre el mediodía y la primera hora de la tarde, su humedad y su calor. “La cuestión principal aquí pasa por la meteorología, porque parece que la previsión para el sábado y domingo da lluvia, aunque siempre es muy difícil predecir cómo será el tiempo aquí”, ha explicado Pecco.
Dice que la experiencia de ganar el título de Moto2 en este circuito cuatro años atrás le va ayudar de poco. Entonces fue su segunda oportunidad de título tras malograr la primera una semana antes en Phillip Island y esta vez es la primera: “Es completamente distinto comparado con 2018, pues en aquel momento fue muy duro, fue mi primer título en esa categoría, y ahora me siento más relajado con respecto a 2018, aunque es algo que cambiará mañana o el domingo, porque empiezas a tener presión el día de la carrera”.
Y el título lo quiere atar cuanto antes y nada de pensar en sumar un nuevo cero: “Sería un desastre, todo el trabajo se iría al garete, a nivel de espectáculo puede haber un escenario curioso, extraordinario, pero he trabajado muchísimo, he intentado ser la mejor versión de mí mismo en la segunda mitad de temporada y hemos trabajado muchísimo para llegar a este nivel y preferiría no caerme en esta carrera”.
“Si quiero rendir bien, tengo que mantener el foco en hacer el trabajo, en mejorar desde los primeros libres hasta la carrera y estar preparado para cada situación, y si comienzo a pensar en todo aquello que me genera presión, empezaré a sentirla, por lo que estoy viviendo de manera normal, como lo haría habitualmente”, ha matizado.
De su heroica remontada de 91 puntos desde Sachsenring ha recordado que “una carrera que me dio mucha motivación fue la de Silverstone, porque tuve dificultades todo el fin de semana y no fui competitivo, pero en la carrera traté de ser lo más competitivo posible pensando que no iba a ganar, pero acertamos con la elección de neumáticos y empecé a aprender de los demás, a ver qué hacer y gané, pero la clave fue en Aragón, cuando acabé segundo y Fabio (Quartararo) desafortunadamente se cayó, pues en ese momento gané muchos puntos ‘gratis’, por así decirlo, porque Fabio no terminó”.