Tiémoué Bakayoko, centrocampista del Milan, denunció las condiciones en que el 3 de julio fue objeto de un control policial mientras circulaba con su familia en un todoterreno negro por el centro de Milán.
El vídeo de la detención a punta de pistola del jugador francés se divulgó este el lunes y se hizo viral en las redes sociales a la vez que recibió muchas críticas hasta el punto de ser tachado de “racista”.
Lo que se ve en el vídeo
En el video Bakayoko aparece manteniendo la serenidad mientras es cacheado por un policía, con las manos en el aire y apoyado en un coche policial.
A su lado, otro miembro de las fuerzas de seguridad apunta con su pistola al interior del vehículo del que probablemente salió Bakayoko.
Al cabo de unos segundos, un tercer policía se acerca, arma en mano, a su compañero y a Bakayaoko. Intercambian algunas palabras y, tras ser reconocido éste como futbolista del Milan, le dejaron ir.
La versión policial
En un comunicado citado por la prensa italiana, la prefectura de Milán aseguró el mismo lunes que Bakayoko y otro integrante del vehículo fueron objeto del control porque se parecían a la descripción de dos sospechosos en otro caso. El cuerpo polñicial calificó de “comentarios inapropiados” las acusaciones de discriminación racial.
La versión de Bakayoko
Hoy Bakayoko ha explicado versión a través de un vídeo publicado de su cuenta de Instagram. “Las autoridades de Milán han comunicado que fue un error del que se dieron cuenta al momento. Errar es humano, no tengo ningún problema con eso, sin embargo la forma y los métodos que se utilizaron suponen un problema para mí. Creo que se ha ido más allá”, explica el medio francés de origen marfileño.
Bakayoko da su versión de los hechos
¿Por qué no me hicieron simplemente un control adecuado simplemente pidiéndome los papeles del vehículo?”, se pregunta el Bakayoko, cedido por el Chelsea al Milan tras jugar también en Rennes, Mónaco y Nápoles.
“En el vídeo no se ve todo”
Bakayoko revela que en el vídeo “no se ve todo, y creo que eso es la parte más tranquila de lo que pasó. Hay que saber que me encontré con la pistola a un metro de mí, en la ventana del lado del pasajero. Claramente pusieron nuestras vidas en peligro”.
Y concluye: “Las consecuencias podrían haber sido mucho más graves si no hubiera mantenido la calma, si no hubiera hecho el trabajo que hago y no me hubieran reconocido a tiempo. ¿Cuáles habrían sido los siguientes pasos? ¿Me habrían llevado a comisaría? Son cosas que me hacen pensar. No es aceptable poner vidas en peligro de esta manera”.