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Balas y protestas: reacción a absolución de exoficial


El padre de un adolescente afroamericano baleado a muerto mientras estaba desarmado suplicó por la paz este sábado, menos de 24 horas después de que la absolución de un oficial de policía blanco desencadenara protestas por la ciudad de Pittsburgh.

La policía tiene a oficiales en turnos de 12 horas hasta nuevo aviso.

El veredicto del viernes por la noche en el mortal tiroteo de Antwon Rose II, un joven de 17 años, enfurecido a su familia y líderes cívicos e hizo que cientos de personas se reunieran el sábado en una intersección llamada Freedom Corner en el vecindario de Hill District, el centro histórico de cultura afroamericana.

“Es muy doloroso ver lo que sucedió, sentarse allí y lidiar con eso”, dijo el padre de Rose, Antwon Rose I, a la multitud. “Simplemente ya no quiero que pase en nuestra ciudad”.

“Quiero paz, punto, en todas maneras… Sólo porque hubo violencia no significa que respondamos con violencia”, agregó.

La multitud, en su mayoría blanca, luego marchó por el centro de Pittsburgh y otros vecindarios de la ciudad, bloqueando periódicamente las calles mientras cantaban: “¿Quién hizo esto? ¡La policía hizo esto!” La protesta pronto alcanzó al campus de la Universidad de Pittsburgh. La policía no reportó arrestos ni heridos inmediatos.

La madrugada del sábado, unos cinco a ocho tiros fueron disparados en el edificio donde trabaja el abogado del oficial, Patrick Thomassey, dijo la policía en Monroeville. No se reportó algún herido. La policía dijo que había estado vigilando el lugar como medida de precaución, y los disparos se desataron después de que se fueron para contestar otra llamada alrededor de la medianoche.

El exoficial de la policía de East Pittsburgh Michael Rosfeld había sido acusado de homicidio por dispararle a Rose cuando el adolescente se escapó de una parada de tránsito en junio del año pasado. Rosfeld declaró que pensó que Rose u otro sospechoso le apuntaron con un arma y que disparó para protegerse y proteger a la comunidad.

“Espero que el hombre nunca vuelva a dormir por la noche”, dijo la madre de Rose, Michelle Kenney, después del veredicto, según reportó el medio The Pittsburgh Post-Gazette. “Espero que duerma tanto como yo, lo que no es nada”.

La familia de Rose ahora está presionando con una demanda federal de derechos civiles presentada contra Rosfeld y East Pittsburgh, un pequeño municipio a unas 10 millas del centro de Pittsburgh, donde se llevó a cabo el juicio.

El abogado S. Lee Merritt, quien representa a la madre de Rose en el litigio, dijo que el veredicto se basó en la ley de Pennsylvania con respecto al uso de la fuerza que él considera inconstitucional.

“La protesta es una respuesta adecuada a la injusticia”, dijo Merritt, y agregó que cree que la ley estatal es la razón por la cual los jurados llegaron a su veredicto de absolución.

 

También llamó a los disparos en la oficina del abogado de Rosfeld “un acto de cobardía y barbarie que no hace más que perpetuar los estereotipos que se usan a menudo para justificar la brutalidad policial”.

Thomassey dijo a los reporteros después del veredicto que Rosfeld es “un buen hombre, lo es”. El abogado defensor dijo que espera que la ciudad permanezca en calma y que “todos respiren profundamente y sigan con sus vidas”.

Los líderes de dos de las principales organizaciones benéficas de Pittsburgh emitieron una declaración en la que expresaban “conmoción e indignación” por el veredicto.

“Pittsburgh ahora se une tristemente a un catálogo inquietante y cada vez mayor de casos en Estados Unidos donde los funcionarios de seguridad o de la ley han salido en libertad después de los asesinatos de jóvenes afroamericanos en circunstancias cuestionables”, escribió Maxwell King, presidente y director ejecutivo de la Fundación Pittsburgh; y Grant Oliphant, presidente de la Fundación Heinz.

“Nos hemos hecho la pregunta: ‘¿Antwon Rose estaría viva hoy si él hubiera sido blanco?’ Nosotros, su familia y los líderes de la comunidad afroamericana creemos que lo más probable es que lo estaría”, escribieron.

Rose viajaba en un taxi sin licencia que había estado involucrado en un tiroteo de automóvil minutos antes que Rosfeld detuviera el auto y disparara al adolescente en la espalda, el brazo y el costado de la cara. Ni Rose, ni el otro adolescente en el taxi tenían un arma cuando el oficial abrió fuego, aunque luego se encontraron dos armas en el vehículo.

Rosfeld había trabajado para el Departamento de Policía de East Pittsburgh durante unas pocas semanas y prestó juramento pocas horas antes del tiroteo.

El jurado de 12 personas, incluidos tres miembros afroamericanos, vio el video de la confrontación fatal. El jurado tardó menos de cuatro horas en llegar a un veredicto.

El fiscal Jonathan Fodi argumentó que el video mostraba que no había amenaza para el oficial. Pero un experto en defensa declaró que Rosfeld estaba en su derecho de usar la fuerza letal para detener a los sospechosos que pensó que habían participado en un tiroteo.

La fiscalía no llamó a su propio experto en uso de la fuerza, una decisión cuestionada por la American Civil Liberties Union de Pennsylvania. Pero Mike Manko, un portavoz de la oficina del fiscal de distrito, dijo que los fiscales confiaban en que tenían lo que necesitaban para presentar su caso.

Pittsburgh estuvo otra vez en el centro de la atención nacional hace menos de cinco meses, cuando un pistolero que hablaba sobre judíos mató a 11 personas en una sinagoga.




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