Barça y Olympiacos se verán las caras este sábado en el partido que nadie quiere jugar, el que decide quién termina en tercer puesto la fase final de la Euroliga y quien se conforma con la última posición. Ambos intentarán dejar atrás sus dolorosas derrotas de sus respectivos estrenos para empezar a preparar sus próximos retos, conscientes de que no será fácil motivarse.
Por un lado, los azulgrana, favoritos al título después de terminar en primera posición en la fase regular y que peleaban por colarse en la final por segundo año consecutivo. Se lo impidió el Real Madrid de Pablo Laso, que de un plumazo acabó con las ilusiones culés y, con su remontada en la segunda mitad, puso fin a la racha de cinco derrotas consecutivas en los Clásicos.
Sarunas Jasikevicius, entrenador azulgrana, es consciente de que su equipo llega tocado al partido. Preguntado tras la derrota del jueves si es su derrota más dura como técnico del club catalán, respondió: “Puede ser. También el año pasado perdimos la final y fue una derrota muy dura. Nuestro estado de ánimo tiene que ser malo y espero que sea así, esto tiene que doler mucho. Estoy un poco cansado de decir siempre lo mismo”.
El lituano calificó de “decepción” lo sucedido frente al Real Madrid y emplazó a su equipo a concentrarse en el último título de la temporada, la Liga Endesa: “Hay que ir fuera de aquí. Ir a dormir y levantarse. Es una derrota muy difícil. Cada uno tiene que mirarse al espejo, no existen fórmulas. Queda un título importante por jugar”, apuntó en la rueda de prensa posterior a la semifinal
No menos cruel fue la eliminación del Olympiacos. Apoyados por la marea roja llegada desde Grecia y que copó gran parte de las gradas del Stark Arena, los jugadores de Georgios Bartzokas tuvieron el triunfo en la mano tras una batalla sin cuartel, pero se lo impidió Vasilije Micic, que sacó a relucir su clase y sangre fría con un triple a dos décimas del final del choque que le dio el triunfo al Anadolu Efes.
Esta temporada Barça y Olympiacos se han enfrentado dos veces, con un triunfo para cada equipo. Los catalanes ganaron en el Palau Blaugrana, por un ajustado 79-78, y cayeron en El Pireo, por 73-66.