La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) alertó este lunes de que permitir la creación de una competición alternativa como la Superliga pondría en riesgo la promoción del fútbol base y la organización de los calendarios de las competiciones actuales, además de suponer “una enmienda a la totalidad” del modelo actual.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea acogió este lunes el inicio de la vista sobre la demanda de la Superliga contra la UEFA y la FIFA por un supuesto abuso de posición dominante y por impedir la libre competencia que garantizan los tratados de la UE al responder con posibles sanciones al anuncio, en 2021, de la creación de esta competición alternativa por 12 de los principales clubes europeos.
Tras los argumentos de la Superliga y de la UEFA, fue el turno del abogado de la FIFA, Álvaro Pascual, que advirtió de que el freno de UEFA y FIFA al proyecto en el que aún permanecen Real Madrid, Barcelona y Juventus “responde a objetivos legítimos”.
Estos clubes “pretenden estar en misa y repicando, quieren seguir siendo miembros de UEFA para participar en campeonatos nacionales mientras que están con un puesto asegurado en su campeonato cerrado”, advirtió Pascual, que señaló que los fines deportivos de la solidaridad, equilibrio competitivo y la promoción del fútbol base también se verían afectados “porque no hay garantía de reinversión” en estos fines.
La creación de la Superliga pondría igualmente en riesgo, añadió, el equilibrio actual de los calendarios de las competiciones nacionales de las federaciones e internacionales de la propia UEFA, por lo que sin el veto a la Superliga estos torneos “no podrían desarrollarse con la necesaria previsibilidad ni con sujeción al mérito deportivo”.
Además, rechazó que un supuesto conflicto de interés para la UEFA -como regulador y operador económico de las competiciones- le impida tener poder de autorización sobre este tipo de iniciativas siempre que este esté proporcionado, el extremo que según él defiende la Superliga y que “carece de base legal y jurisprudencial”.
El letrado consideró además que los argumentos de la Superliga niegan directamente que deba existir un régimen de autorización para la UEFA y lamentó que no se paran a argumentar cómo podría ser más proporcionado o cómo determinar si persigue intereses legítimos, que es sobre lo que, recalcó, debe dirimir el Tribunal de Justicia en este caso.