Bárcenas acusa de “cobardía” a los dirigentes del PP que conocían la caja b: “Sabíamos lo que estábamos haciendo”

—Buenos días, vamos a continuar con el interrogatorio al señor Bárcenas y le cedo la palabra a la representante de la Abogacía del Estado.

Con esta breve introducción, el magistrado José Antonio Mora, presidente del tribunal de la Audiencia Nacional que enjuicia la caja b del PP, ha dado por inaugurado este martes el segundo asalto de la extensa declaración del extesorero popular Luis Bárcenas. Acabado el lunes el turno de la Fiscalía, que se prolongó durante casi tres horas y media, el antiguo responsable de finanzas ha continuado esta mañana con su exposición durante cerca de otra hora. Tras negarse a responder al resto de defensas y a las acusaciones populares, ha aprovechado las preguntas de la Abogacía del Estado y de su propio abogado para ratificar la contabilidad paralela y el pago en negro de la reforma de la sede del partido. También, para entonar un mea culpa y exigir que pidan disculpas los “cobardes” que integraron las cúpulas de la formación .

—¿Su testimonio podría estar movido por la animadversión al PP? —, le ha interpelado su letrado, Gustavo Galán.

—En absoluto. En ningún caso […] En este tema, lo único molesto es la cobardía de una serie de personas a reconocer que nos hemos equivocado, que hemos cometido errores, que nos hemos financiado irregularmente y que sabíamos lo que estábamos haciendo.

Los nombres de los señalados ya los expuso este lunes: “Francisco Álvarez Cascos, Javier Arenas, Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Jaime Mayor Oreja, Federico Trillo, Ángel Acebes, Rodrigo Rato…”. A todos ellos los acusa de haber recibido sobresueldos de una caja b nutrida por donaciones irregulares de empresarios, y de cuyo sistema estuvieron al tanto todos los expresidentes y exsecretarios generales del partido. “En un momento en el que todos están fuera de la política y no se les puede exigir responsabilidades políticas, me parece una cobardía no dar la cara”, ha remachado este martes Bárcenas, para quien la Fiscalía pide cinco años de cárcel.

El extesorero también ha querido dedicar esta sesión, la cuarta desde que arrancó la vista oral el 8 de febrero, para manifestar que lleva “colaborando” con la justicia desde el 15 de julio de 2013, cuando se plantó ante el juez instructor Pablo Ruz y admitió por primera vez toda la batería de irregularidades que reflejaban los papeles de Bárcenas revelados por EL PAÍS en enero de ese mismo año. “Si en estos momentos estamos sentados aquí es gracias a mi declaración”, ha exclamado. “Yo hice entrega al instructor de todos los documentos originales”, ha añadido sobre la contabilidad paralela, que el Tribunal Supremo ya ha dado por acreditada. “Lo que está anotado ahí es veraz desde el principio hasta el final. O vale todo o no vale nada”. “Yo estoy pagando una parte de mis errores”.

Si no ha podido aportar más documentos hasta ahora, ha seguido el acusado, es porque se los “sustrajeron” durante la bautizada como Operación Kitchen, la trama policial urdida en el Ministerio del Interior durante el Gobierno de Mariano Rajoy para presuntamente robarle papeles comprometedores para dirigentes del PP. Según ha dicho, escondió el material sensible en un “sillón arcón” hueco que tenía en el taller de restauración de su mujer, Rosalía Iglesias, aunque en otras declaraciones anteriores afirmó que nunca se había guardado más pruebas y que todo lo importante ya lo había entregado a Ruz.

Bárcenas dice ahora que entre los documentos robados había dos audios: uno que recogía una conversación con Arenas sobre la contabilidad paralela y otra grabación de un encuentro con Rajoy en el que le entregó una copia de los papeles de la caja b. “En la conversación con Rajoy, mi introducción es: ‘He hablado con Javier Arenas, le he comentado que me queda un saldo en la caja b, que entiendo que dadas las circunstancias no se va a utilizar y que Javier me ha dicho: ‘Desentiéndete de esto y entrégale el sobre a Rajoy, que él sabe lo que tiene que hacer’. Yo subo al despacho de Rajoy, le entrego la cantidad y le enseño las dos últimas hojas para que viese cómo llevábamos ese tema. Me pregunta: ‘Pero Luis, cómo podéis llevar esto’. Y yo le digo que era una indicación de Álvaro Lapuerta [su antecesor en el cargo], y que era una garantía para nosotros, por si alguna vez se ponía en duda una aportación de algún empresario, que nadie pudiera [decir] que había habido una apropiación indebida por parte de alguien’. La conversación es así de rápida”, ha dicho. Según él, Rajoy cogió los papeles entonces y los destruyó en una trituradora.

Turno del arquitecto de la reforma de Génova, 13

Finalizado el interrogatorio a Bárcenas, ha llegado el turno de un segundo acusado: el arquitecto Gonzalo Urquijo, coadministrador de Unifica, la empresa que se encargó de la reforma de la sede del PP en la madrileña calle de Génova.

—Voy a declarar a todas las partes, menos a las acusaciones populares. Y, si me lo permite, voy a contestar exclusivamente respecto a las plantas segunda y quinta [de la obra], porque son a las que se imputan el delito por el que estoy aquí —, ha avanzado el procesado al tribunal, resguardado tras una mascarilla negra que ha mantenido todo el tiempo, a diferencia de Bárcenas, que optó por quitársela.

Urquijo, a preguntas del fiscal Antonio Romeral, ha esquivado toda responsabilidad. Ha negado el relato del extesorero popular, que explicó apenas unos minutos antes cómo él mismo y Álvaro Lapuerta le ofrecieron en una reunión que podían pagarle hasta un 30% de la obra con dinero negro —los investigadores, que intervinieron presuntas facturas falsas y presupuestos doblados en los registros a la compañía y al PP, calculan que esa cifra se elevaría hasta 1,5 millones de euros—. Una propuesta que, según Bárcenas, el máximo responsable de Unifica se pensó y finalmente aceptó. “Pero esa reunión no existió”, se ha defendido el arquitecto.

“Hay tres versiones de los papeles [de Bárcenas]: las publicadas por EL PAÍS, las manuscritas [por el extesorero] y las que están por ordenador”, ha continuado Urquijo, que ha puesto en duda así la veracidad de la contabilidad opaca que llevaba de su puño y letra el antiguo responsable de finanzas del partido conservador, donde se reflejan varios pagos a Urquijo. Una caja b que el Tribunal Supremo ya ha dado por acreditada. “Pero ¿por qué aparece usted y no otros proveedores [en esas anotaciones]?”, le ha inquirido el fiscal. “Yo soy el de las cantidades más altas porque, en aquella época, era el mayor coste del PP”, ha respondido el acusado, que ha calificado también a la formación política como “un mal pagador”. “Nunca tenían dinero, costaba cobrar”, ha alegado, mientras el ministerio público le mostraba las facturas por diversas cantidades encontradas.

Con un tono calmado y amable, Romeral ha ido acorralando al arquitecto con numerosos correos electrónicos intercambiados entre él y sus empleados donde se habla de utilizar “dinero en b”, de “facturas ficticias” o del uso de una “caja bis”. Sus últimas preguntas han sido el culmen:

—Usted hizo una regularización tributaria de bienes que estaban en Canadá, Suiza y otros países —, le ha preguntado el fiscal.

—Sí, en 2012.

—¿Ese dinero de dónde procedía?

— …Son temas míos personales… prefiero no…

“No voy a contestar nada más”

La socia de Urquijo, Belén García, también acusada, ha declarado a continuación este martes y ha mantenido una línea de defensa similar a la de su compañero: que no cobraban en dinero negro. Además, ha dicho que su intervención en las obras de la sede del PP fue mínima. El fiscal le ha leído entonces varios emails donde se habla, por ejemplo, de pagar a trabajadores en “dinero efectivo tipo b” o de “hacer 60.000 en b y quitarse 11.000 euros de IVA”. Al igual que su compañero, también tenía dinero en el extranjero que regularizó en 2012. Entre ambos, legalizaron 2,18 millones de euros, según un informe de 2014 de la Policía Nacional.

—Usted hizo una regulación tributaria de dinero que tenía en Suiza, Canadá, Luxemburgo… ¿Cuál era la procedencia de ese dinero? —, le ha preguntado el fiscal.

—Bueno… La regulación está bien hecha, se han pagado los impuestos que correspondían… No voy a contestar nada más.

Pasadas las seis de la tarde, el tribunal ha dado por finalizada esta cuarta sesión. El juicio continuará este miércoles con el interrogatorio de los dos procesados que quedan: Laura Montero, directora de proyectos de Unifica, y Cristóbal Páez, exgerente del PP.


Source link