El extesorero del PP Luis Bárcenas aprovechó este miércoles su comparecencia en el Congreso como víctima de la Operación Kitchen —la trama de espionaje supuestamente orquestada en 2013 por Interior para arrebatarle documentación que comprometía al PP— para volver a señalar al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y otros miembros de la cúpula popular como instigadores de aquella trama parapolicial. “Es una suposición, pero así lo creo”, recalcó. El PP ha utilizado su intervención, en la que no ha hecho preguntas a su extesorero, para citar a los GAL, ETA y los casos de corrupción de otros partidos e intentar defenderse de las acusaciones del espionaje ilegal.
El comienzo de la comparecencia de Bárcenas hacía prever muchos silencios y pocas respuestas. El extesorero, que declaró por videoconferencia acompañado por su abogada desde el Centro Penitenciario de Soto del Real (Madrid), donde cumple condena por el caso Gürtel, aseguró al tomar la palabra que se iba a acoger a su derecho a no declarar “por imperativo legal”. Según él, en sus últimas declaraciones ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, instructor del caso Kitchen, este le había advertido de que la causa tenía aún “carácter reservado” y, por tanto, su contenido no se podía hacer público. “Una vez que se abra el juicio oral, el primer interesado en declarar soy yo”, dijo.
Sin embargo, el extesorero contestó finalmente a buena parte de las preguntas, la mayoría de las cuales no tenían que ver directamente con el espionaje ilegal que sufrió, y que es el objeto de la comisión, sino sobre la caja b del PP y la “contabilidad extracontable”, como él se refiere a los llamados papeles de Bárcenas. Así, señaló desde el primer momento “al PP de Rajoy” y a los entonces máximos responsables del Ministerio del Interior, Jorge Fernández Díaz y Francisco Martínez, ambos imputados en la causa, como el origen de las órdenes para poner en marcha la trama policial para espiarle. Más adelante concretó esas acusaciones en el propio expresidente del Gobierno y la que fuera su número dos en el partido, María Dolores de Cospedal, y añadió a una tercera persona, cuya identidad declinó concretar. “Es evidente que eso [la orden del espionaje] tiene que ser de una persona del máximo nivel” dentro del PP, sostuvo.
Bárcenas reiteró, como ya hizo en un reciente escrito a la Fiscalía Anticorrupción y en el juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional por la caja b, que en ese operativo clandestino le robaron documentos comprometedores que no ha querido especificar. Y volvió a contar que entre esa documentación figuraba un audio supuestamente incriminatorio para el entonces líder del PP. “¿Hay una grabación en la que se demuestra que Rajoy destruyó los papeles de la contabilidad que usted le entregó?”, le preguntó el portavoz del PSOE en la comisión, Felipe Sicilia. “Eso es así, pero desconozco ahora quién tiene esta grabación. Lo grabé yo, evidentemente”, respondió.
Sobre la caja b, que detallaban los llamados papeles de Bárcenas que publicó EL PAÍS en 2013, el extesorero mantuvo lo que viene declarando desde julio de 2013 ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, entonces instructor del caso Gürtel. “Son ciertos completamente. Todo lo que hay apuntado ahí es real”, indicó, para después pronosticar que el juicio de la Audiencia Nacional lo va a demostrar.
Interrogado por sus cuentas bancarias en Suiza, donde llegó a acumular 47 millones de euros. Bárcenas aseguró que él era el único titular. “Ese dinero es exclusivamente mío y no hay ningún otro titular en la cuenta”, contestó tajante. Lo hacia después de que la diputada de Vox Macarena Olona hubiera afirmado que, en una reciente visita que hizo al comisario José Manuel Villarejo en prisión cuando el policía aún estaba encarcelado, este le había asegurado que esos fondos pertenecían, entre otros, al ex secretario general del PP Javier Arenas. El interrogatorio de la representante de Vox fue, de hecho, uno de los momentos más tensos de la comparecencia. Olona llegó a acusar al extesorero del PP de “mentir” y le recriminó ser “más colaborativo” con el PSOE, como supuesto pago por el reciente permiso penitenciario que le ha concedido el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional.
El PP saca a los GAL y ETA para defenderse
El representante del PP en la comisión, el diputado Luis Santamaría, declinó este miércoles preguntar a Luis Bárcenas para dedicar los 15 minutos de su intervención a un intento de desmarcar al actual PP del espionaje a su extesorero. “Hace dos años que nuestras bases optaron por la regeneración, la renovación, la ejemplaridad y el relevo generacional que representa, aplica y exige Pablo Casado”, señaló.
Santamaría, que tildó la comisión de “juicio paralelo e inquisitorial”, criticó que el PP tenga que “recibir lecciones de partidos como Bildu, los independentistas, Podemos y el PSOE”, a los que recriminó los GAL, los atentados de ETA, los casosPujol y del 3% en Cataluña, el escándalo de los ERE o la investigación sobre la financiación del partido de Pablo Iglesias. El diputado pidió al resto de grupos que reflexionen “sobre las mochilas que cargan sobre sus espaldas y comparen el peso de ellas”.
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