Está de vuelta, y de qué manera. Barrene (ha reducido los caracteres en su camiseta, al igual que las cifras del dorsal) reapareció el sábado en Bournemouth como si la grave, inoportuna y larga lesión que tambaleó su nivel y carrera no hubiera ocurrido. Aquel fatídico partido en Mendizorrotza, allá por diciembre de 2021, queda en el olvido tras una irrupción como la de ayer.
Había (y hay) lógicas dudas respecto al rendimiento, potencial e importancia de Barrene en la Real tras haber subido muy joven al primer equipo, no haber explotado su talento aún, y haber sufrido una severa lesión. Pero, desde la calma que hay que tener por el rendimiento en un tramo corto de un amistoso, su irrupción en Inglaterra ha tranquilizado e ilusionado a mucha gente. Hay extremo izquierdo habilidoso para rato con el donostiarra del 2001 (sí, tiene solo 20 años).
Saltó al terreno de juego en el minuto 60. La Real pasó a jugar con él en izquierda, Karrikaburu en punta y Ander Martín en derecha, con Kubo y Olasagasti por dentro, y Diego Rico de lateral, con el que se entendió muy bien, por cierto. Recibir escorado, encarar hacia dentro y buscar el disparo o la doblada del lateral burgalés. Esa fue su puesta en escena inicial. Y casi anota un golazo en la primera acción en la que encaró a su par, pero Travers sacó un paradón que lo evitó.
Momento de dar el paso
La carrera de Ander Barrenetxea no ha sido, hasta la fecha, lo que se esperaba de un talento precoz como el suyo, que venía sonando fuerte desde bien pequeño en Zubieta. No ha conseguido dar rienda suelta a sus virtudes de manera continuada e influir en el juego ofensivo del equipo como podría por cualidades. Sus cifras tampoco han sido las mejores, ni en cuanto a generación en goles, ni en participación en partidos. Como se observa en el gráfico, en las cuatro temporadas en las que ha jugado algo con el primer equipo (el primero con dorsal del filial), no ha pasado de los 1.600 minutos. Por poner en contexto, con esos 1.570 minutos de la 20-21 fue el 14º con más minutos y hubiera sido el 17º este curso.
Datos de Barrenetxea en la Real
Las lesiones le han parado en momentos clave, ya que en diciembre de 2021 era titular, y se pierde 33 partidos por lesión en la temporada. Esta campaña la lesión precisamente de un compañero le abre las puertas de la regularidad hasta, al menos, 2023. Es su momento y debe aprovecharlo.
Dudas fuera del 4-3-3
Aun así, y pese a la buena irrupción y el potencial enorme del futbolista donostiarra, Barrene tiene un pequeño problema actualmente: las dudas que genera su presencia fuera del clásico esquema 4-3-3. En el pasado reciente Imanol le probó de carrilero o incluso de lateral en el mismo esquema o en el 3-5-2, pero la actual competencia del 4-3-3 es el famoso rombo del 4-4-2.
El ‘7’ es, probablemente, el único jugador sin encaje claro en una formación sin extremo como esa, ya que los Oyarzabal, Cho, Navarro, Brais, Silva, etcétera pueden adaptarse sin problemas a jugar por dentro. Sin embargo, Barrenetxea no ha dado garantías ni apenas visos de poder actuar de media punta o de delantero, sin llegar a plantearse la opción de interior. No implica que no pueda serlo en el futuro pero da la sensación de que aunque se llegue a adaptar, el resto son mejores para actuar en esas demarcaciones.
Por ello Barrene debe impactar desde ya en el juego en el 4-3-3, obligando a Imanol a mantener ese esquema para no prescindir de lo que ofrezca el canterano realista. Ahí está su primera misión de la temporada, una vez demostrado que tiene la confianza necesaria para dejar atrás la lesión.