Cada jugador de la Real estará observando el panorama a través de las ventanas de su domicilio con una perspectiva diferente. No es lo mismo estar confinado siendo David
Zurutuza, que acaba de ser padre de su segundo hijo y, por tanto, estará disfrutando cada segundo de esta nueva experiencia, o ser Alexander
Isak, Odegaard o cualquiera de los foráneos de la Real para los que, indudablemente, tiene que estar siendo algo más tortuoso el encierro, lejos de los suyos. Y luego están los más jóvenes, plenos de energía y vitalidad, que deben de estar a punto de derribar los muros de sus casas, necesitados como tienen que sentirse de quemar la inagotable energía que corre por sus venas. Sólo así se entiende el mensaje, corto y conciso, enviado por Ander
Barrenetxea en su última aparición en Instagram, la vía más común para comunicarse con el exterior en el estado actual de las cosas. “Con ganas de volver”, publicó ayer el joven canterano txuri urdin, acompañando su mensaje de sendos emoticonos de un rostro por el que resbala una lágrima y un balón. No se puede decir más con menos.
Y es que la temporada tiene que estar sabiéndolo a muy poco a Barrenetxea. El donostiarra debutó con Asier
Garitano en diciembre de 2018 pero tuvieron que pasar casi cuatro meses hasta que se reintegro definitivamente en la dinámica del primer equipo. De hecho, ayer se cumplió un año de los primeros
minutos del extremo de la cantera con Imanol
Alguacil como entrenador. Jugó nueve minutos en la victoria contra el Betis del 4 de abril de 2019 en Anoeta. Luego llegaron siete partidos más en la recta final de la pasada campaña, su gol contra el Real Madrid en la inolvidable victoria en Anoeta y su consolidación como miembro de pleno derecho de la Real a la que, en cualquier caso, le han faltado minutos.
Si no fuera por la Copa del Rey, torneo en el que ha tenido un indudable protagonismo siendo el octavo jugador más utilizado y marcando tres goles, uno, el que abrió el marcador frente al Espanyol en dieciseisavos de final, de indudable peso, sólo Zurutuza (92) habría jugado menos minutos que Barrenetxea. Hasta Illarramendi (217) supera los 216 minutos jugados en Liga por el donostiarra que, con su participación copera, deja atrás a los dos primeros capitanes y a Sangalli en minutaje oficial pero sigue siendo el cuarto jugador menos utilizado por Imanol.
En el último año natural ha jugado 26 partidos, 18 esta temporada, pero esta temporada sólo ha completado los disputados en Becerril y Ceuta en Copa situándose su media de participación los encuentros de esta campaña en los 32 minutos po partido que, para un chaval como él, son migajas. Normal que el confinamiento se le esté haciendo largo, normal que esté deseando “volver”.
Source link