Diego Godín llegó el pasado verano al Inter de Milán como, si no el fichaje estrella, desde luego que uno de los principales refuerzos del cuadro ‘neroazzurro’. Pero apenas medio año después ha visto como no solo no es indispensable en los planes de Antonio Conte, sino que el técnico italiano le ha relegado a la suplencia en beneficio de un jugador de 20 años.
Ese futbolista es Alessandro Bastoni, que se ha estabilizado en el ‘once’ titular de Conte habiendo sido titular en los últimos cuatro partidos de Serie A mientras el propio Godín se quedaba en el banquillo.
Bastoni firmó con el Inter en verano de 2017 a cambio de poco más de 30 millones de euros como una gran apuesta de futuro del conjunto milanés, y ese futuro ya es presente. Permaneció un curso cedido en la Atalanta (club al que pertenecía), y la pasada temporada actuó también a préstamos en el Parma; pero el pasado verano regresó para formar parte de la primera plantilla.
Alto (1’90 metros) y contundente en el cruce, tiene una más que aseada salida de balón que convence a Conte como para darle un puesto en la zaga al lado de Skriniar y De Vrij y por delante del mencionado Godín.
Tan solo tiene 20 años, pero es uno de esos futbolistas dotados de una prematura madurez que hace que destilen aroma de jugador de jerarquía. No es extrañar teniendo en cuenta que a lo largo de su etapa de formación habitualmente ha sido el capitán en las categorías inferiores de la ‘Azzurra’.
Bastoni ha llegado, y lo hace para quedarse, sea el damnificado Godín o cualquier otro.
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