Bautista, medio año sin poder jugar


Jon
Bautista (Errenteria, 1995) pertenece al grupo de los futbolistas más diezmados por los efectos de la pandemia. La liga belga donde se encontraba cedido por la Real fue cancelada a mediados de marzo y no se reanudará, por lo que el delantero guipuzcoano no puede volver a competir hasta que en septiembre comience la temporada que viene. Seis meses sin jugar un partido oficial. Medio año.



La travesía en cuestión es eterna para cualquier profesional, máxime a los 25 años, en la flor de la carrera para un Bautista al que no le queda otro remedio que entrenar por su cuenta hasta el 30 de junio. Se trata de la fecha en que finaliza su contrato de cesión en el Eupen. La misma burocracia que le impide acudir a Zubieta para ejercitarse. Además, el errenteriarra tampoco tiene el permiso para presentarse en las instalaciones por el protocolo de sanidad impuesto por la Liga.

Atado de pies y manos, Bautista se dedica a perder el menor engranaje físico posible en su pueblo, en unas instalaciones deportivas de Errenteria donde cumple con el trabajo que le encomiendan desde el departamento de recuperación condicional de la Real. Luego, en su domicilio, ejercita el tren superior y el inferior, como sus compañeros durante el periodo de confinamiento. Un contexto absolutamente precario para un jugador de la máxima categoría.

Un futuro incierto

Jon
Bautista está convocado para emprender la pretemporada que viene con la Real. Para ello habrá que esperar a mediados de marzo, cuando pasen unas tres semanas desde que el 19 de julio concluya el presente curso. La prioridad del ariete es jugar en la Real durante la temporada 2020/2021.

La cúpula deportiva comunicó a Bautista el pasado verano que la postura más conveniente era que se fogueara en una cesión. El fichaje de Alexander
Isak para la delantera multiplicó la competencia del canterano con Willian
José. Bautista se quedó sin sitio un año después de ganarse un puesto de pleno derecho en el primer equipo de la Real.

La punta de lanza realista es de quilates salvo que en verano haya novedades, de manera que Bautista sigue teniendo complicado ser protagonista en Anoeta. De momentol, no ha surgido ninguna oferta de cara al año que viene y, aunque por su cabeza sólo pasa convencer a Imanol, no cierra las puertas a escuchar las propuestas que le puedan llegar.

A sus 25 años, Bautista no ha conseguido explotar en el Eupen belga a las órdenes del entrenador que le quiso, el donostiarra Beñat
San
José. Ha marcado tres goles en los 27 partidos que ha disputado hasta que el coronavirus le ha hecho un hijo de madera.


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