El Baxi Manresa protagonizó una de las mayores sorpresas de la historia del basket español hace ahora casi 23 años, cuando en 1998 se proclamó campeón de la Liga ACB a pesar de partir con uno de los presupuestos más bajos de la categoría. Desde entonces el equipo del Bages ha navegado por aguas más acordes a su situación económica, bajando alguna vez de categoría y peleando año a año para no volver a hacerlo. Por eso, que ahora vuelva a optar a un título supone ya todo un éxito para el club catalán, lo que no impide que acuda a la Final Four de la Champions League de Bilbao con la máxima ambición y dispuesto a ganar su primera competición internacional y a hacer historia una vez más.
Para ello, el primer paso sería deshacerse esta noche (21.00) del Ludwigsburg alemán en semifinales. Si lo logra, el equipo de Pedro Martínez se vería en la final del domingo con el vencedor de la primera semifinal, que disputarán a partir de las 18.00 horas el Lenovo Tenerife y el Hapoel Holon israelí.
La presencia en la cita de Bilbao habla bien alto de la enorme temporada del Baxi Manresa, que disputó la Copa del Rey y ya está clasificado para jugar los playoff de la Liga Endesa. El gran trabajo en los despachos del director deportivo Xevi Pujol, la mano del entrenador Pedro Martínez y la comunión de una plantilla muy comprometida en el proyecto han compensado con creces las limitaciones económicas y han permitido a los aficionados del Nou Congost disfrutar como nunca. Porque no se trata solo de las victorias sino de la forma en que han llegado, con un juego rápido, ofensivo, muy dinámico y tremendamente atractivo.
El gran problemas para el Baxi será el mismo de estas últimas semanas, los problemas físicos en la posición de base. Dani García continúa descartado pero es segura la vuelta de Sylvain Francisco y posible la de Dani Pérez.
Delante el Baxi tendrá a un Ludwigsburg que marcha cuarto en la liga alemana y que es “un equipo con identidad, que hace un buen basket y es muy físico”, en palabras de Pedro Martínez. “Defensivamente hacen las cosas muy bien y en ataque tienen a tres o cuatro jugadores que juegan muy bien el pick and roll”.
La primera semifinal medirá al Lenovo Tenerife y al Hapoel Holon. El equipo canario parte como ligero favorito dada su mayor experiencia (fue campeón de la primera edición en 2017) y su buena trayectoria. Nadie tiene mejor balance que el Lenovo (12-2) en esta Champions y además llega en un buen momento de resultados. “El equipo ha reaccionado sensacional a un mes de abril durísimo” y ahora va a Bilbao “con mucha motivación y ganas de aprovechar la ocasión” que se les presenta “de volver a jugar una final europea”, señala el técnico Txus Vidorreta.