Hace ya años que se habla de este preciso momento: una mujer está a punto de convertirse en la primera entrenadora jefa en la NBA. Becky Hammon, preparadora ayudante de los San Antonio Spurs durante los últimos siete años, es una de las últimas candidatas en pie para hacerse con el banquillo de los Portland Trail Blazers.
Hace mucho tiempo que su nombre suena en todas las quinielas, pero en esta ocasión Hammon ha pasado ya varios filtros, incluida una primera entrevista con la franquicia de Oregón.
El tema no está ni mucho menos cerrado, ya que entre el resto de candidatos finalistas se encuentran, según Adrian Wojnarowski, de la ESPN, un veterano como Mike D’Antoni, actual asistente de los Brooklyn Nets, y Chauncey Billups, exjugador y actual ayudante de Los Angeles Clippers.
A nadie se le escapa que hay opciones más conservadoras y otras más innovadoras. La opción histórica, que no radical, es la que propone Hammon: convertirse en la primera mujer entrenadora en un universo dominado de cabo a rabo por los hombres.
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Hammon tiene mucha más experiencia que la opción Billups, que apenas acaba de iniciar su trayectoria en los banquillos y se encuentra inmerso en las Finales de Conferencia con los Clippers. El MVP de la NBA en 2004 vendría a ser la opción Brooklyn-Steve Nash para Portland.
La opción Hammon sería dar un golpe sobre la mesa: algo nuevo, inédito, pero a la vez algo sólido. Siete años aprendiendo de Gregg Popovich solo pueden dar un resultado: experiencia, seguridad y un proyecto con billete único hacia el éxito. La entrenadora, además, ya ha entrenado en varios partidos de la NBA, sobre todo en la Summer League.
La tercera vía es la más conservadora. D’Antoni, con 71 años, puede aportar toda su visión ultraofensiva que a día de hoy domina el panorama de la liga. Es un experto, uno de los fundadores de la actual línea predominante, pero su edad y su falta de títulos en Estados Unidos tras más de tres décadas en el banquillo indican un ciclo quizás agotado.
En 2018, cuando militaba en los San Antonio Spurs, Pau Gasol quiso defender públicamente la figura de Hammon ante los prejuicios generados a raíz de su candidatura a diversos banquillos:
“Llevo 17 años en la NBA, he ganado dos campeonatos, he jugado con los mejores jugadores de esta generación y he jugado a las órdenes de dos de las mentes más brillantes de este deporte, Phil Jackson y Gregg Popovich. Y os digo que Becky Hammon puede entrenar en la NBA”.
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Pau sabe de lo que habla, y ya va siendo hora de romper este techo cristal. La maniobra, además de deportivamente productiva e interesante, probablemente sería además todo un bombazo mediático: un win-win si el estilo de Hammon encaja con los planes de la franquicia de Oregón.
La situación de Hammon, que lleva años a punto de hacer historia, o haciéndola con cuentagotas –primera asistente a tiempo completo en 2014 y primera en entrenar un partido en 2020– a la espera de la gran oportunidad, es curiosa.
Los New Orleans Pelicans, actualemente, están buscando reemplazos para Stan Van Gundy, y dos mujeres de su cuerpo técnico están siendo considerada para el puesto: Teresa Weatherspoon y Fred Vinson podrían ser las primeras si los Blazers no se espabilan.
Sería, igualmente, una magnífica noticia si alguna de ellas consigue lo que hace tan solo siete años era impensable.
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