Beisbol tipo esponja, un aliciente durante la pandemia en Juchitán | Video

Por Diana Manzo

Juchitán, Oax.- No se necesitan los tenis más sofisticados ni los guantes de mejor marca para su deporte. El “beisbol tipo esponja” requiere de tener mucha fuerza en las piernas y un puño poderoso, este deporte es callejero y se practica en espacios llaneros al aire libre, nació hace varios ayeres en las colonias de mayor pobreza de Juchitán para reducir vicios como el alcohol y la drogadicción, y ahora en pandemia es un aliciente para niños y jóvenes.

Esta disciplina no requiere pelotas como las que se usan en la liga profesional, aquí se usa una de esponja que tiene un costo bajo -100 pesos la docena- y se requiere de 22 personas para integrar un equipo y practicarlo.

Su gusto ha sido tanto que actualmente en Juchitán existen unos 250 jugadores de la liga infantil y juvenil, siendo Sherlyn Yubinisa Díaz Martínez de 10 años , la única mujer beisbolista en esta categoría.

Además de ser un estímulo para reducir vicios y fomentar el deporte, también es un espacio donde el zapoteco puede vivir, porque las indicaciones y recomendaciones se hacen usando este idioma además del castellano.

Las autoridades prohibieron la realización de los partidos por la contingencia, pero la gran mayoría de los equipos practican con las medidas sanitarias en un campo semiárido de su colonia; no usan uniforme por que no lo tienen y los accesorios que utilizan como señaléticas son fabricados por ellos mismos, para ahorrar recursos que son escasos.

Cae la tarde, y en la colonia Lázaro Cárdenas se reúnen los 22 integrantes del equipo “Lázaro Cárdenas” y por supuesto Sherlyn Yubinisa no puede faltar, son 90 minutos de esparcimiento donde ríen, mueven, juegan, corren y se divierten sin olvidar las medidas sanitarias, pues el cubrebocas lo usan en todo el entrenamiento.

En forma de diamante o abanico se colocan los jugadores, el campo es llanero, entre todos los limpian y quitan la maleza para que no estorbe, no tiene gradas ni asientos; bajo la sombra de un árbol hay unos pedazos de tronco y desde allí, Armando de la Cruz, conocido como “Mando Guacho”, da sus indicaciones.

Además de Armando de la Cruz, también los hermanos Miguel y Mario Orozco Regalado y Luis Ángel Vicente Regalado se encargan de orientar la práctica de los jugadores, ninguno es profesional, pero la experiencia lo obtuvieron de observar y practicar este juego.

Ninguno cobra un sueldo, al contrario, buscan y gestionan recursos para uniformes, comprar las pelotas y pagar al ampáyer y lo que se requiera para la práctica y los juegos.

“Decidí apoyar a este equipo porque me gusta el beisbol, además para que los chamacos no anden ahí de drogadictos ni alcohólicos, por eso hacemos el esfuerzo de practicar todos los días, sin importar si hay viento o calor, el deporte para nosotros es prioridad”.

Tener contacto con la tierra es primordial para los jugadores, muchos de ellos prefieren andar descalzos porque dicen “hay más fuerza” para correr, otros por ejemplo antes de pegarle a la bola se untan un poco de tierra fina en las manos para que tengan más fuerza.

De 15 años y estudiante de preparatoria, Raúl Gutiérrez Gómez practica este deporte desde los 10 años y lo aprendió de amigos y familiares, quienes son aficionados.

Durante los 90 minutos que dura el entrenamiento, Raúl corre descalzo porque dice que así afianza mejor sus pies al suelo y le da mejor seguridad.

“Me gusta porque los entrenadores nos guían nos enseñan a jugar, pero también nos recomiendan la obediencia y no meternos cosas malas al cuerpo como alcohol y droga. El ambiente es totalmente sano, y cuando hay partidos al terminar nos juntamos, comemos galletas y aguas, es una convivencia que además te quita malos pensamientos”.

Este deporte es totalmente comunitario, porque involucra a la familia y a los amigos, y eso lo hace relevante, porque todo es para fomentar el deporte en los niños y jóvenes.

 

El béisbol le ha cambiado la vida a Sherlyn Yubinisa Díaz Martínez, deportista sordomuda

Los doctores le dijeron a la mamá de Sherlyn que estaba pasada de peso, y que necesitaba practicar un deporte, y eso la puso en aprietos, pues la menor de 10 años es sordomuda y lo único que conoce es el beisbol porque desde pequeña acompañaba a sus padres Teresa de Jesús y Rafael de Jesús, por lo que decidió incluirla y desde hace más de un año lo practica.

El mal carácter y la ansiedad que le provoca su padecimiento se redujeron en un gran porcentaje tras las prácticas de este deporte y eso le alegra el corazón a su madre.

A través de señas y con la ayuda de su madre, los entrenadores han podido incluir a Sherlyn en los partidos, ahora es una de las mejores, además causa sensación porque de todos los equipos es la única mujer.

“Me gusta el trato que le dan a mi hija, la aceptan y la incluyen, se lleva bien con todos los niños y jóvenes, hay igualdad y nada de preferencia, eso es lo que queremos, porque ella no es especial, ella es ahora una niña deportista”, concluyó.


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