Millones de personas siguen recibiendo beneficios por desempleo y han elegido no deducir los impuestos federales de esos ingresos, pero no hacerlo podría traerle dolores de cabeza.
En Estados Unidos, todo ingreso tiene un impuesto y esto incluye, no solo los
beneficios del desempleo, sino también la ayuda suplementaria de $600
que muchos han recibido en los pasados meses o los $300 que actualmente se
están repartiendo, y esos impuestos no se perdonan.
Aunque sea una ayuda suplementaria porque estamos en tiempos de crisis, los cientos de dólares que mucha gente está recibiendo de su seguro por desempleo, siguen estando sujetos a cobro de impuestos, por lo que, si no lo deduce este año, el “Tío Sam” se lo va a cobrar en 2021.
“Vivimos en un país donde existe un sistema tributario, pero somos contribuyentes, tenemos que acatar las leyes, y pagar los impuestos que nos corresponden”, dijo Irma Treviño, portavoz del IRS.
Y es que esos dólares adicionales de apoyo, no solo del seguro de desempleo, sino cualquier ayuda económica otorgada por los gobiernos municipales, son diferentes al estímulo económico que recibieron muchísimas familias. Esa cantidad sí está libre de cualquier cobro.
“Solamente el pago de impacto económico que recibieron anteriormente, ese sí fue un regalo de parte del Departamento de Tesoro”, señaló Treviño.
Bajaron el monto de la ayuda a $300 semanales
Al momento de solicitar el desempleo, el IRS le recomienda seleccionar la deducción automática para evitarse problemas. “Por favor, hagan el esfuerzo de que se les retenga el impuesto para que, de esa manera, evite problemas el próximo año”, agregó Treviño.
Treviño también dijo que si tiene dudas de cuánto deberían de retenerle por cada pago, puede verificar la cantidad en la página www.irs.gov con sus herramientas en español.
El pago de los impuestos no se perdona y lo más posible es que, si usted decide no deducirlos este año, se vea reflejado en una reducción de su reembolso a la hora de presentar su declaración del 2021.
El FBI decomisó más de $120 mil dólares en fondos que, al parecer, estaban relacionados con reclamos fraudulentos de beneficios de desempleo.