El aloe vera, también conocido como la «planta milagrosa» por sus múltiples propiedades y beneficios, es un ingrediente natural maravilloso para cuidar la piel de la cara. Es apto para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles, y se puede utilizar durante todo el año.
Limpia la piel en profundidad
Si por algo es bien apreciado el aloe vera es por sus propiedades limpiadoras. La piel del rostro está expuesta a la suciedad y a la polución, y es importante que utilicemos en la rutina diaria el jugo de esta planta para limpiarla en profundidad. De lo contrario, con el paso del tiempo acabarán obstruyéndose los poros, impidiéndole a la piel respirar.
Estimula la síntesis de colágeno y elastina
Uno de los principales beneficios del aloe vera para la piel de la cara es que es una solución 100% natural contra el envejecimiento. Sí, el envejecimiento es un proceso natural del organismo que no podemos evitar. Sin embargo, sí podemos retrasarlo y minimizar los signos en la piel.
Esta planta es muy rica en colágeno y elastina, así que fortalece las membranas de la piel que causan las arrugas. Además, estimula la síntesis de ambas sustancias, así que los efectos son muy duraderos.
Reduce las imperfecciones
Los puntos negros y el acné son frecuentes en las pieles grasas. El aloe vera tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, así que se presenta como un gran aliado para regular la producción de sebo y reducir las imperfecciones. Además, tiene una gran capacidad cicatrizante.
Tiene efecto calmante
Y, por último, si después de tomar el sol la piel de la cara está enrojecida y caliente al tacto, nada mejor que aplicar el jugo de aloe vera. Lo ideal es tenerlo en la nevera para que así esté fresco. En cuestión de minutos se reduce la inflamación y el rostro está muchísimo más calmado. ¡La sensación de frescor es inmediata!
En el mercado podemos encontrar multitud de productos elaborados a base de aloe vera, pero es esencial que nos fijemos muy bien en los ingredientes. Hay algunos que están excesivamente procesados y diluidos, así que es aconsejable evitar aquellos que incluyen «extracto de aloe» o «aloe vera reconstituido».
Es importante leer con detalle la etiqueta y observar dónde está el aloe vera en la lista de ingredientes: cuanto más atrás aparezca, menos cantidad de jugo de la planta contiene el producto. El único producto que es 100% aloe puro es la propia hoja, pero a la hora de comprar una crema lo ideal es que la pureza sea de entre el 95 y el 98 por ciento.
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