“Ve la portería como el Arco Iris”. Con estas palabras definió perfectamente Marcelino el estado de gracia por el que pasa Alex
Berenguer. El navarro marcó el domingo ante el Granada el gol del triunfo en el 91’, cuando solo llevaba siete minutos sobre el terreno de juego de San Mamés. Había sido uno de los jugadores elegidos por el entrenador asturiano para entrar en las rotaciones y quedarse en el banquillo junto a la mayoría de los titulares, pero fue salir al campo y resolver el partido con un disparo con la zurda que se coló en la meta defendida por Rui
Silva. Era su octavo gol esta temporada, siete de Liga y uno de Copa, todos ellos con el plus añadido de sumar puntos o resultar determinantes, como el del Ciutat de València del pasado jueves, cuando marcó en la prórroga la diana que otorgó el pase a la final del torneo del KO del 17 de abril en La Cartuja.
El ex del Torino comenzó su idilio con el gol en la sexta jornada marcando el 1-0 ante el Levante en Bilbao (2-0). Anotó su segunda diana del curso en la goleada ante el Betis (4-0) y ya con el asturiano de entrenador ha visto puerta con Getafe, Cádiz en dos ocasiones, Villarreal y el del domingo. Todos ellos han sumado para ganar o empatar el partido. “Acababa de entrar, he podido ayudar al equipo con un gol para sumar tres puntitos en casa que últimamente se nos estaban escapando. Estábamos empatando mucho. Ahora tenemos que seguir con esta dinámica”, dijo el polivalente futbolista tras derrotar a los nazaríes en una victoria que acerca al Athletic a la pelea por las posiciones europeas, algo que hace escasas fechas se veía bastante complicado.
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