Bielorrusia, un ‘agujero negro’ para la libertad de prensa

Bielorrusia, un ‘agujero negro’ para la libertad de prensa

Un grupo de relatores de la ONU expresaron su preocupación por la supuesta confesión pública del periodista bielorruso Roman Protasevich, detenido tras el desvío a Minsk del avión en el que viajaba, y han considerado que, en términos generales, Bielorrusia es un agujero negro para la libertad de prensa y de información.

El caso de Protasevich, que volaba de Atenas a Vilna cuando fue sorprendido por un aterrizaje forzoso, volvió a poner sobre la mesa las presiones que ejerce sobre la prensa el régimen de Alexander Lukashenko. Aunque el activista reapareció la semana pasada en televisión reconociendo los delitos de los que se le acusan, su entorno y la oposición política ha puesto en duda la veracidad de su relato.

Para los relatores, la manera implacable en que fue detenido, las informaciones de que habría sido torturado para obtener una confesión falsa, la negativa a acceder a un abogado y el temor a una dura sentencia evidencian que las autoridades bielorrusas no cumplen unos mínimos estándares de Derechos Humanos.

 

En este sentido, los relatores sobre libertad de expresión, Irene Jan; activistas de Derechos Humanos, Mary Lawlor; tratos crueles o degradantes, Nis Melzer; libertad de reunión pacífica y asociación, Clément Voule, y situación de los Derechos Humanos en Bielorrusia, Anais Marin, han asegurado que, para Lukashenko no hay límites a la hora de silenciar las críticas.

Consideran que el caso de Protasevich es un ejemplo atroz de la tendencia que se viene observando desde agosto de 2020, cuando Bielorrusia registró el mayor desafío social contra el Gobierno de la era Lukashenko a raíz de unas controvertidas elecciones que permitieron al presidente iniciar su sexto mandato consecutivo.

“Los acontecimientos recientes indican que la libertad de prensa en Bielorrusia ha entrado en un agujero negro sin final a la vista”, añadió, al recordar también otros casos como el del portal opositor Tut.by, clave durante las protestas y cerrado por difundir “información falsa”, según los argumentos oficiales.

“Antes y después de las elecciones presidenciales de 2020, las autoridades han detenido arbitrariamente y golpeado a periodistas, opositores, defensores de los Derechos Humanos y ciudadanos que participaban en protestas pacíficas”, criticaron los expertos, que han pedido a los países de la ONU más presión para que la situación no empeore aún más.

Con información de Europa Press


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