Cuando estaban casados, el fundador de Microsoft, Bill Gates, y su exesposa, Melinda French Gates, tenían una de las fortunas más grandes del mundo. En conjunto, sumaban más de u$s 130.000 millones, una cifra con la que la mayoría de las personas ni puede soñar.
Sin embargo, sus tres hijos ya saben de antemano que, cuando les toque cobrar la herencia, el dinero que recibirán estará muy por debajo de esas cifras astronómicos. Es que según indicó el propio Gates, Jennifer, Rory John Gates y Phoebe Adele recibirán “apenas” u$s 10 millones cuando mueran sus padres.
En 2014, Bill Gates explicó durante una conferencia de TED en Canadá que la mayor parte de su fortuna se destinará a la Bill & Melinda Gates Foundation. Esta decisión, agregó el empresario y filántropo, fue tomada para evitar que sus hijos sean perezosos.
“Queremos lograr un equilibrio en el que tengan la libertad de hacer cualquier cosa, pero que no les den mucho dinero para que puedan salir y no hacer nada”, explicó Gates durante una charla de TED.
Además, el fundador de Microsoft contó que en 1986 leyó una nota de la revista Fortune en la que Warren Buffett se mostraba en contra de dejar grandes cantidades de dinero a los hijos. “Estoy de acuerdo con él en que hacerlo no los favorece”, señaló.
La fundación de los Gates que se llevará buena parte de la herencia nació en el año 2000. Su objetivo es conseguir igualdad de oportunidades en todo el mundo, apoyando proyectos de todo tipo.
En la actualidad, Gates posee el 1,3% de acciones de Microsoft, empresa que fundó y lo hizo multimillonario. Asimismo, gestiona junto a Melinda el holding Cascade Investment, que engloba todo su patrimonio.
Además, poseen un buen número de acciones en empresas públicas y privadas como Four Seasons Hotels and Resorts (47%), Republic Services (34%) o Berkshire Hathaway (4%).
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