biografía, obra y sus mejores frases

De entre todos los santos que celebra la Iglesia Católica, Santa Teresa de Jesús es quizás una de las más populares no solo por su entrega y amor a Dios, sino también porque fue una mujer dedicada a la literatura. De hecho es la patrona de los escritores y se ganó su patronazgo gracias a sus obras y también a algunas de sus frases más celebres. Os hablamos a continuación de Santa Teresa de Jesús: biografía, obra y sus mejores frases

Santa Teresa de Jesús: biografía

Nacida en Ávila en 1515, Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, ​más conocida como Santa Teresa de Jesús fue una mujer de excepcional talento mental y de corazón. Huyendo de casa, entró en el convento de las Carmelitas de Ávila en España a la edad de veinte años. Luchó antes de llegar a lo que ella llama su «conversión» a los 39 años. Pero el encuentro con algunos directores espirituales la lanzó con grandes pasos hacia la perfección. En la orden de las Carmelitas concibió e implementó la reforma que tomó su nombre. Combinó la más alta contemplación con una intensa actividad como reformadora de la Orden Carmelita. Después de estar en el monasterio de San José en Ávila, con la autorización del general de la Orden, se dedicó a otras fundaciones y pudo extender la reforma también a la rama masculina. Fiel a la Iglesia, en el espíritu del Concilio de Trento, contribuyó a la renovación de toda la comunidad eclesial. Murió en Alba de Tormes (Salamanca) en 1582 siendo beatificada en 1614.

Obra y frases de Santa Teresa de Jesús

Junto a su trabajo al frente de la Orden de las Carmelitas, Teresa tuvo una distinguida obra literaria. Reconocida como Doctora de la Iglesia, es la autora de varias obras autobiográficas, «Vida», «Relaciones» y «Fundaciones». A estas sumo además algunas obras doctrinales, entre las que destacan «Camino de Perfección», «Conceptos de Amor de Dios», «Castillo interior» o «Moradas», además de ser reconocida también como autora de innumerables poesías y destacar por sus numerosas cartas escritas a lo largo de su vida.

Santa Teresa de Jesús nos dejó precisamente a raíz de todo este trabajo literario, muchas frases para recordar, que debemos tener presentes todos en nuestra mente para poder aplicar en nuestra vida. Veamos ahora cuáles son las mejores frases de Santa Teresa de Jesús.

  • «Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta».
  • «Pocos son los que se tienen por desgraciados, si no es comparándose con los más dichosos».
  • «El amor perfecto tiene esta fuerza: que olvidamos nuestro contento para contentar a quienes amamos».
  • «Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta».
  • «Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados… tener a todos por mejores que nosotros».
  • «Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías».
  • «Tener gran confianza… Quiere su majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza en sí».
  • «Tengo experiencia en lo que son muchas mujeres juntas. ¡Dios nos libre!».
  • «Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos».
  • «Dios no ha de forzar nuestra voluntad; toma lo que le damos; más no se da a sí del todo hasta que nos damos del todo».
  • «Esta fuerza tiene el amor si es perfecto, que olvidamos nuestro contento por contentar a quien amamos».
  • «Darse del todo al Todo, sin hacernos partes».
  • «No le parece que ha de haber cosa imposible a quien ama».
  • «Aunque no supiéramos exactamente qué es amar, no nos preocupemos mucho por esto; porque sabiendo que es lo mejor, basta con ser fuertes en la determinación de desear todo según la voluntad de Dios y hacer lo mejor de nosotros, para no ofenderlo y cumplir en todo su voluntad».
  • «Considero yo muchas veces, Cristo mío, cuán sabrosos y cuán deleitosos se muestran vuestros ojos a quien os ama, y Vos, Bien mío, queréis mirar con amor».

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