El nombre de Henri Matisse es uno de los ampliamente asociados con la pintura del siglo XX, como uno de los principales representantes de este arte en aquellos tiempos y, por si lo anterior fuera poco, también como el padre de una corriente en particular, el reconocido “fauvismo”.
Ahora bien, el legado de Matisse no se queda únicamente en la pintura, sino que además incursionó en otros ámbitos como el dibujo, el collage, la escultura y la litografía, un bagaje tal que se le considera uno de los artistas más versátiles de la historia, y por eso tanto homenaje.
En esta ocasión en particular, la idea pasa por analizar biografía y obras de este personaje nacido en 1869 en Le Cateau-Cambrésis, llamado Henri Émile Benoît Matisse el día de su nacimiento, y que fallecería a los 84 años de edad en Francia, más concretamente en la ciudad de Niza.
Uno de los datos más llamativos sobre la vida de Matisse es que, al contrario de otros tantos genios de la época, no se interesó por la pintura sino hasta los ya 21 años de edad, como consecuencia de que, hasta ese momento, se hallaba inmerso en el estudio y el ejercicio derecho en París.
Fue entonces cuando descubrió que el arte era lo suyo, y luego de abandonar el derecho, comenzó a formarse en la Academia Julian, pasando al cabo de pocos años a la Escuela de Bellas Artes, espacio donde inicia su prolífica colaboración con el pintor simbolista Gustav Moreau.
Diversas técnicas
En sus comienzos, Matisse rápidamente se salió de los patrones tradicionales imperantes, y comenzó a experimentar con variadas técnicas de impresionistas y neoimpresionistas, que le valieron la amistad de Marquet y Derain y Vlaminck, entre otros.
Para antes del final de la primera década del siglo pasado, Matisse ya se codeaba con las celebridades artísticas, viajando por todo el continente europeo y exponiendo sus obras, que alcanzan una popularidad tal entre los jóvenes, que le llevan a crear su propia escuela.
Diversos estilos
De allí en más, Matisse irá oscilando entre diversos estilos, con un paso fugaz por el cubismo de Picasso, y continúa siendo uno de los más requeridos por mecenas de todas partes del mundo.
Durante una estancia en los Estados Unidos, Matisse quedaría incapacitado de moverse por sus propios medios, teniendo que utilizar una silla de ruedas para desplazarse, si bien eso jamás le impidió seguir con sus obras, como “Desnudo Azul”, dos años antes de su muerte en 1954.
Museo actual
Hoy en día, es posible recorrer el Museo de Matisse en su localidad de nacimiento, Le Cateau-Cambrésis, asistiendo allí a otros clásicos del autor, como “La habitación Roja” y “La Danza”.
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