Dos nudos deben desatarse para explicar la nochecita electrizante que se vivió en la Bombonera y que aprovechó Boca tanto para bajar al puntero Atlético Tucumán como para creer que puede pelear por el título de la liga argentina. Uno es el nudo del juego. Se trata de otra promesa que asoma: Luca Langoni, 19 años, extremo derecho atrevido, ingresado en el segundo tiempo y goleador por duplicado. El otro nudo se vincula directamente con el VAR y un interrogante que no se develará: ¿por qué ni siquiera se revisó la acción de claro penal para los tucumanos sobre el final?
Entonces, Boca agradece al pibe Langoni y al VAR. Así sumó tres puntos que le permiten ubicarse a seis del líder y a la misma altura de River, su rival superclásico que enfrentará dentro de dos fechas.
Atlético Tucumán se transformó en sorpresa de la liga argentina explotando su reducida jerarquía individual con astucia colectiva y táctica. Sabe agruparse atrás. Sabe responder con velocidad para explotar los espacios vacíos. Así le ganaba a Boca en el primer tiempo, con un gol de Augusto Lotti de cabeza y con claridad absoluta. Los xeneizes eran otra vez una sombra y la multitud en las tribunas desesperaba.
Boca mejoró en el segundo tiempo, a medida que Hugo Ibarra realizaba los cambios. Primero, Darío Benedetto (fue suplente tras la sanción por tomarse a trompadas con Carlos Zambrano) adentro para armar un doble 9 con Luis Vázquez. Después, faltando 25 minutos, el chico de la tapa, Langoni, para abrir el campo sobre la derecha, con Sebastián Villa del otro lado.
Luca Langoni cumplirá 20 años el viernes. Es un producto bien xeneize, formado en infantiles e inferiores. Había firmado su primer contrato con Boca en enero y había debutado en Primera hace tres meses. La grave lesión de Exequiel Zeballos le abrió más lugar para protagonizar en el equipo principal. Y no lo desaprovechó. En su séptimo partido, pegó dos impactos cruciales. El primero, con un lindo cabezazo, y el segundo, con un derechazo imparable. Se trata de una linda historia que recién empieza.
Boca le agradece al pibe Langoni, pero también al VAR. Nadie entiende porque el video-árbitro Jorge Baliño, ya en tiempo adicionado, no le pidió al juez de campo Fernando Espinoza que revisara el codazo de Zambrano contra Ignacio Maestro Puch. Era penal para Atlético Tucumán y la gran posibilidad para empatar. Después, dos veces más los visitantes exigirían a Agustín Rossi en el último aliento.
La sensación es que en el fútbol argentino el VAR no se atreve a repasar jugadas polémicas sobre el final de los partidos. Un rato antes le había pasado algo muy parecido al escolta, Gimnasia, que empataba 0-0 con Sarmiento en Junín y se vio privado de una gran chance para lograr una victoria que lo hubiera transformado también en líder. Ahí el VAR no actuó ante una falta contra Franco Soldano sobre la hora que era igual a penal.
Más allá del triunfo de Boca 2-1 sobre Atlético Tucumán y del 0-0 entre Sarmiento y Gimnasia, durante el domingo también Vélez le empató con gol de Lucas Pratto en el final 1-1 a Independiente en Avellaneda. El Rojo había arrancado ganando con festejo de Alan Soñora. Los otros resultados que cerraron el 16º capítulo del campeonato: Barracas Central 1 – Colón 0, Estudiantes 1 – Patronato 0 y Unión 0 – Aldosivi 0.
La tabla de posiciones muestra primero a Atlético Tucumán con 32 puntos y segundo a Gimnasia con 30. Terceros con 28 están Huracán y Godoy Cruz. El cuarto es Argentinos con 27. Quintos, River y Boca con 26. Luego, Racing y Platense con 25. Después, San Lorenzo con 24. La pelea arriba se hace cada vez más apretada. Los grandes se vienen. La liga argentina despacito engancha.