Bojan Bogdanovic podría estar ahora en Catar, preparándose para el para el Croacia – Brasil del viernes que abre los cuartos de final del Mundial. Polifacético deportista de niño y adolescente, el alero le daba, no sólo a la naranja, sino también a la raqueta y al balón del deporte rey, el que se la daba tan bien que hasta dice que podría haber ido con la selección croata de fútbol en vez de con la de baloncesto. Pero lo que podría haber sido nunca se sabrá y Bogdanovic se luce en la otra punta del mundo. Mientras la selección croata se prepara para prolongar la abstinencia de la ‘canarinha’ sin Mundial, el, con sus Detroit Pistons, se dedica a dar disgustos a los grandes de la NBA, hace unos días a los Dallas Mavericks, anoche a los Heat y menudo sofocón en la cálida Miami: 96-116 con 31 puntos del alero.
Los Pistons, como bien dicen los números -penúltimos en el Este con 7-19-, son uno de los peores equipos de la NBA, pero, de vez en cuando, dan algún susto a franquicias en la conversación por el anillo o los play-offs con Bogdanovic a la cabeza. Bojan no se inició en hasta los 15 años en el basket, por el que se decantó por su estatura (2,01) descartando el fútbol. Pero ni la NBA le ha quitado el gusanillo del balompié y alguna que otra vez se le ha visto exhibiendo sus dotes con la naranja.
Su nombre no es precisamente de los que más suena en la NBA, pero, en el mejor momento de su vida como bien destacan las cifras, –21 puntos de media con un 52% en lanzamientos y un 44% en triples-, tiene una carrera más que respetable en la mejor liga del mundo, siempre fino desde el perímetro y por encima de los dos dígitos de anotación en todos los equipos en los que ha estado –Brooklyn Nets, Washington Wizards, Indiana Pacers y Utah Jazz-, para un promedio de carrera de 15 puntos y un 39% en triples.
En unos Pistons en reconstrucción, en los que tiene contrato hasta 2024, el alero de 33 años no tiene muchas aspiraciones más allá de molestar a gente de la categoría de Luka Doncic como hizo la semana pasada o la grupeta de los Kyle Lowry -discreto partido con 8 puntos y un 1/6 en tiros-, Bam Adebayo (21), y Tyler Herro, el mejor del encuentro en anotación con sus 34 tantos y 15 rebotes sin alcanzarle para tumbar a Detroit, donde Alec Burks siguió con 18 puntos a Bogdanovic.
Pero, aunque no existan motivaciones a nivel colectivo, el ex de Real Madrid, Murcia, Cibona y Fenerbahçe -se fue a la NBA en 2014-, como buen terco balcánico competitivo, sólo piensa que en manifestar su deseo a través de su temible precisión -7/9 en triples contra los Heat-. Sólo por el morbo de verle fastidiar a los grandes, de ver cómo tiene la picardía y la osadía de ‘retratar’ a los demás con sus mismas artes -ese triple en ‘step-back’ que le clavó a Doncic en sus narices la semana pasada-, Bogdanovic, aunque se pueda haber perdido un gran futbolista, es un tipo de los que siempre apetece ver.